John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

lunes, 15 de octubre de 2012

LAS PRESENTACIONES DE LIBROS NECESITAN UN CAMBIO

 
Llevo unos días en plena parálisis bloguera no, como podría suponerse, por falta de temas, sino precisamente por lo contrario. Mi lista de temas pendientes crece y crece, y no acierto a elegir cuál debería ser el primero. L'embarras du choix, como dicen los franceses. Total, que seguía hoy perpleja ante las numerosas opciones posibles cuando he dado con este artículo del Publishers Weekly que habla sobre cómo se están transformando (en USA, se entiende) las presentaciones de libros a raíz de la influencia de las redes sociales en la lectura. Comoquiera que desde hace años pienso que las presentaciones de libros son un rollo, que -como sabe todo aquel que haya trabajado en el negocio editorial- sólo sirven para dejar contentos a la madre, tías y quizá algún primo del autor, que suelen ser los únicos que asisten a tales eventos, el tema ha pasado automáticamente a encabezar el ránking. De modo que ahí va la pregunta: ¿Es posible transformar las presentaciones de libros? Vaya por delante que el formato actual más habitual en España es distinto que en otros países de nuestro entorno. En Alemania, por ejemplo (y en USA, por supuesto), las presentaciones suelen consistir en lo siguiente: llega el autor, se sienta y se pone a leer de su libro; el público escucha con atención y cuando la cosa acaba, aplaude educadamente y se va. Aquí, por regla general, a los libreros y editores que organizan los actos les parece que eso de escuchar leer es un aburrimiento, de modo que nada de lectura. Una genuina presentación española consiste en que uno o varios colegas del autor se marquen un discursito sobre lo bien que lo hace Fulanito y lo interesante que es la novela en cuestión. Sólo les falta decír "¡cómprenla!" (bueno, en ocasiones lo hacen, yo lo he oído). Luego el autor, a su vez, tras agradecer la amabilidad de los presentadores, se quita méritos (o no) e incide en lo mucho que le costó escribir el libro, lo excelentes que han sido sus editores, etc. etc. Total, que el ego de unos y otros sale reforzado del acto, pero los asistentes que no conocieran de antemano la obra del escritor de marras se quedan sin saber cómo escribe. Claro que esto último no suele tener mucha importancia, porque como he dicho la mayoría de los asistentes son familiares o amigos del autor, que ya estaban convencidos de antemano. Las cosas sólo funcionan de otro modo cuando el libro que se presenta es de un autor hiper-mega-conocido, en cuyo caso la asistencia es masiva y entusiasta y es igual lo que digan los presentadores, porque los fans se lo van a comprar igual.
 
La librería española en Berlín, Rayuela,
organiza presentaciones que, al modo germano, son lecturas
Volviendo a la pregunta inicial: ¿es posible pensar en otro formato? Y, como apunta el Publishers Weekly, ¿influirán las redes sociales en las presentaciones de libros? Ellos también apuestan por eliminar las lecturas, pero no para sustituirlas por una catarata de elogios mutuos (y huecos), sino para convertir el acto en una ocasión para que los lectores se sientan más cerca del autor y también se relacionen entre ellos. Presuponen, claro, que el autor ya es conocido -es decir, que a través de las redes se habrá hecho con un cierto número de seguidores- y que esos seguidores a su vez han interactuado antes virtualmente, con lo cual la presentación se convierte en una especie de "quedada" en la que pueden conocerse mejor y afianzar sus relaciones. No estoy muy segura de que este formato funcione, pero lo que sí sé es que algo hay que hacer con las presentaciones. Porque, como voraz lectora, puedo decir que prefiero quedarme en casa leyendo un libro que perder esas preciosas horas en una presentación. Quizá es que los lectores somos así, seres huraños y poco sociables. Pero en ese caso, ¿por qué molestarse presentando nada? La mejor pressentación, sin duda, es la propia lectura.
 

11 comentarios:

  1. Las presentaciones deberían ser un bombardeo de preguntas al autor. ;-)

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  2. Si el autor dejó algo por decir, nos engaña vendiendo el libro. Si en el libro queda dicho todo, ¿para qué acudir a la presentación? Bien mirado, puede que tengas razón.

    Saludos!

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  3. Yo creo que deberian plantearse como un encuentro, que el autor llegue y sus lectores le pregunten o le cuenten que le parecen sus obras...pero claro, para eso el autor tiene que querer y arriesgarse.

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  4. Absolutamente de acuerdo, Elena. Y me da la impresión de que algunas editoriales ya lo están estudiando. La idea de las lecturas (estilo Dickens) es una opción, pero en la actualidad tal vez el lector prefiera leer en privado. A mí, por ejemplo, no me gusta nada ir a 'lecturas'. Me despisto y me pongo a pensar en mis cosas...
    Mi propuesta se acerca bastante a la que sugiere 'molinos': un encuentro y casi una sesión de club de lectura (donde todos participen) y una buena fiesta donde la gente se conozca por algo más que por su 'nick'.
    Saludos!!!

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  5. Quizás, como habéis sugerido algunos, la solución pasa por convertir estas presentaciones en un "encuentro con el autor", una especie de charla informal para lectores que quieran saber más sobre su proceso de creación y su obra. Pero, ¿y los autores noveles? ¿Iría alguien a esta reuniones? Y, como es bien sabido, los más necesitados de promoción y difusión son sin lugar a dudas los autores aún desconocidos. No sé, a lo mejor habría que inventar el equivalente literario de esos baretos donde los grupos o cantantes se presentan ante unos pocos habituales y así se van creado notoriedad. Porque el equivalente de subir un video de la canción a youtube no lo acabo de ver, la verdad.

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  6. Yo estoy de acuerdo con la mayoría, he dejado de ir a presentaciones de libros por las razones que has mencionado. Solo me atrevo a acercarme cuando sé que hay otros alicientes, además de las alabanzas a la obra del autor y encuentro que ser capaces de congeniar una presentación con "algo más" que resulte interesante para todos: público, autor, familia y amigos, etc.

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  7. Las presentaciones que a mí más me gustan son aquellas en que el presentador dice poco y, por tanto, es el autor quien debe explicarse. Porque cuando habla el autor suele intentar explicar qué ha querido hacer, por qué y para qué, y eso sí suele ser útil para leer un libro, para sacarle más jugo. Dicho de otro modo: un presentador con exceso de protagonismo, difícilmente puede ser un buen presentador.

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  8. Hola a todos. Mi nombre es Susana y soy una joven escritora que está empezando. Acabo de autopublicar mi primer libro, un poemario. Voy a hacer una presentación en mi pueblo y vuestros comentarios me han interesado, saber qué piensa el público siempre es el mejor aliciente para que los autores aprendan. Yo pienso que teneis parte de razón: una presentación en la que solo hablen el presentador y el escritor y de lean fragmentos o poemas del libro seleccionados no me parece una buena presentación. Yo estoy tratando de preparar una presentación en la que sí leeré algunos poemas, pero he pensado intercalar entre ellos a una persona que cante alguna canción relacionada con la obra y otro que toque un instrumento, para que la "velada" sea más amena. Además pienso que al final siempre hay que dejar un tiempo para preguntas, para que escritor y lectores o posibles lectores se interrelacionen, para que los lectores sacien su curiosidad sobre lo que les atrae, les fascina o no entienden de la obra. De todas formas, en ningún caso hay que alargar el acto demasiado. ¿Qué os parece esta alternativa?

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  9. Pues yo estoy con Susana, hay que apostar por cosas diferentes y más cuando se trata de gente novel como también es mi caso. Yo llevo hechas dos presentaciones en el pueblo a las afueras de Madrid en donde vivo y desde luego no se me ocurrió ponerme a leer nada en ninguna de ellas; si se trata de poesía sí lo veo más adecuado pero no con narrativa. Hacer una reunión donde la gente pueda charlar, tomarse algo (invitados por el autor en muchos casos) y sobre todo hablar con el autor cara a cara, me parece lo más adecuado. Y si además se enlaza directamente con algo que tenga que ver con el tema del libro mejor que mejor; en el caso de Susana cuando habla de cantar y tocar algo relacionado con sus poemas me parece muy original; en mi caso mi tercera novela está relacionada con dos hermanas que tienen un negocio de productos eróticos on line y lo que hice fue una presentación con un Tupper-Sex, en un espacio abierto al que asistieron más de sesenta personas y donde se intercalaban números de baile un poquito subidos de tono. El caso es darle algo distinto a las personas que se molestan en ir a verte, vayan a comprarte o no y te conozcan o no; primero como muestra de agradecimiento, segundo por ser algo más original y tercero porque a los autores, esa multifuncionalidad, nos hace crecer cómo personas y cómo escritores (siempre teniendo en cuenta los límites de miedo escénico de cada uno, claro). Saludos y mucha suerte con tu presentación, Susana. K.Dilano.

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  10. https://www.youtube.com/channel/UCimLKUKK1TTJsKCsgv37UgA

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  11. estoy de acuerdo con realizar preguntas al autor en las presentaciones. pero como hacer estas preguntas cuando es en la presentacion que recien se tiene acceso al libro en cuestion?

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