John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

viernes, 11 de diciembre de 2015

ESOS ASTUTOS INVASORES



Los lectores que hayan seguido la serie de colaboraciones que he agrupado bajo el título de "Mi biblioteca", gracias a las que nos hemos podido pasear por las de  -si contamos las tres temporadas- casi una veintena de blogueros, habrán sacado tal vez la misma conclusión que yo: no es tanto que todos ellos sean obsesivos acumuladores de libros, es que los libros se han adueñado de ellos. Por eso, me parece que viene muy a cuento reproducir lo que dice al respecto -y con mucho ingenio- otro grandísimo lector, Bernard Pivot, en su libro Le métier de lire. (Por cierto, me han llegado noticias de que en breve saldrá a la venta la versión española, publicada por Trama Editorial.)
 
"Los libros son unos invasores implacables. Como quien no quiere la cosa, con una paciencia infinita y cada día más numerosos, se apoderan del lugar. Pronto desbordan las estanterías que les han sido asignadas. Al igual que las multitudes de caracoles en las novelas de Patricia Highsmith, escalan las paredes, suben hasta el techo, se instalan sobre las chimeneas, las mesas, los aparadores, se aferran a los rincones, penetran en los armarios, las cómodas y los baúles y, cuando permanecen en el suelo, proliferan sobre la moqueta o sobre las baldosas en pilas inestables y arrogantes.
A los libros no les está vedada ninguna habitación. Ninguna les repugna. Los que no han podido acceder al salón, al despacho o al dormitorio se conforman con los lavabos, la antecocina, los pasillos, o incluso con un cubículo sombrío por el que transitan las patatas, los botes de mermelada, las botellas de vino de marca, el aspirador y los ovillos de cordel. Cohabitan con las arañas. No son alérgicos al polvo. Agrupados, apretados unos contra otros, poseen la estabilidad y la perseverancia de los menhires. Antes, los ratones los mordisqueaban. Pero, ante la proliferación de las cubiertas, casi todos han renunciado a ello. [...] La verdadera ambición de los libros es expulsar a los hombres de las bibliotecas y de sus hogares para ocupar todo su territorio para poder disfrutar de ellos en soledad y a lo grande."
 
 
 
 
A veces -por ejemplo, cuando hemos de pensar en una mudanza- los bibliómanos nos sentimos no sólo invadidos, sino derrotados de antemano. Pivot mismo confiesa que, a lo largo de los años, los libros se han adueñado de su apartamento de París y de su casa de campo. "Con la sorda paciencia de los deslizamientos geológicos, los libros avanzaban, se instalaban, se acumulaban, conquistaban nuevos territorios e imponían incluso la sensación de que los espacios tomados les estaban destinados ya para toda la eternidad." Como los personajes del cuento de Cortázar Casa tomada, sin saber cómo, una habitación tras otra han dejado de ser nuestras y hemos tenido que concederles la victoria.
Por desgracia, sabemos que si, por  alguna catástrofe natural o un giro perverso del destino, nos viésemos obligados a abandonar nuestros hogares tomados por los libros y comenzar desde cero en algún otro lugar, ellos sabrían encontrar de nuevo el camino hasta nuestro hogar.
Invasores que aceptamos de buen grado, pero invasores al fin.
 

7 comentarios:

  1. Geniel lo que dice Monsieur Pivot y claro que la invasión es agradable porque hacemos oídos sordos a la avanzadilla :)
    Me ha hecho reir la segunda foto: eso es hacer equilibrismos y aprovechar el espacio y lo demás tonterías! Saludos. Miss W.

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  2. Es cierto.
    Y aunque haya una mudanza y, por necesidad, haya que desprenderse de algunos, vuelven a la carga otra vez, con energías renovadas. Demuestran ser incansables y (muy) imaginativos.

    La cita es magnífica. La grabo en mi memoria.

    Gracias.

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  3. Recalcitrantes,también. Cualquier intento de expurgar una librería suele acabar con menos libros en las estanterías, eso sí, pero innumerables pilas de libros aquí y allí que, de algún modo, se resisten a ser desahuciados.

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  4. Cierto, invasores y okupas, pero siempre bienvenidos :-)

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  5. Quiero que mi casa sea como la de la segunda foto... y a ese ritmo voy, no me quejo demasiado :D Fenomenal esa cita.
    Un abrazo.

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  6. No sólo mudanzas.
    Plantearos una pequeña obra en casa, o simplemente una mano de pintura.
    A ver quien es el guapo que embala y desplaza los montones de libros.

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    1. Mi despacho hace años que necesita una mano de pintura, pero la sola idea de ponerme a embalar y desembalar libros me da vértigo... Ahí sigue, sin pintar, me temo que por mucho tiempo.

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