John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

domingo, 9 de septiembre de 2012

COMPARTIENDO ESTANTERÍAS

Una de las pasiones -reconocidas o no- de cualquier bibliómano es husmear en estanterías ajenas. Los libros de los demás son -ya sea porque son distintos de los nuestros o por las coincidencias que detectamos, por lo que dicen de sus dueños, porque representan muchos miles de páginas que desconocemos- siempre más interesantes que los que guardamos en casa, estos últimos inevitablemente desgastados por la familiaridad. Seguro que eso explica parte del éxito de la serie "Mi biblioteca", que este blog tuvo el placer de acoger hace unos meses. Así que hoy, para los bibliómanos ávidos de novedades librescas, traemos un par de noticias relacionados con el hecho compartir estanterías. Ante todo, para "voyeurs" bibliófilos, la web shareyourshelf, que como su nombre indica sirve para compartir las propias estanterías y comentar las ajenas. Promete muchas horas de agradable pasatiempo. Obsesivos, desordenados, presumidos,  acumuladores, oceánicos, monotemáticos... cada estantería dice mucho de su propietario. Y, al mismo tiempo, no deja de ser un escaparate donde cada cual sólo muestra lo que quiere que los demás vean.
 
Cada estantería retrata a su dueño...
Hay también un juego fonético muy claro en inglés entre "share your shelf" y "share your self", que lamentablemente se pierde en castellano; es obvio que los inventores de la web no lo han pasado por alto. Anímense a subir sus fotos.
La segunda recomendación es también para bibliómanos, pero para aquellos que quieren deshacerse de libros usados. No con la finalidad de hacer un poco de sitio en casa (aunque bien sabemos que haría mucha falta), sino para intercambiarlos por otros. De lector a lector, y -en principio- sin contrapartida económica de por medio. De momento sólo en versión beta y centrada en el mundo anglosajón, la web sharetheshelf.com también aspira, como la anterior, a compartir estanterías, pero en este caso se trata de compartir en el sentido físico: mi libro por el tuyo.  A mí al menos me parece una idea atractiva.  Se me ocurren unos cuantos libros que ya he leido y que no tengo especial interés en conservar que de buena gana trocaría por otros cuyo contenido aún ignoro. Esperemos que cunda el ejemplo y el sistema se imponga también en nuestro país.
 

3 comentarios:

  1. Muy cierto... voy a husmear en los enlaces.

    Un abrazo!!

    Pdt: tengo dudas incluso de deshacerme de esos libros sin interés...

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  2. Me parece una buena idea la de el intercambio de libros, yo lo hago, siempre pensé que es una lástima que los libros que tenemos duerman por años cubiertos de polvo, mientras hay otras personas que no tienen acceso a la lectura, dado el costo de los libros.Claro, hay excepciones, algunos de cabecera de los que nunca me desprendería, como Memorias de Adriano, por nombrar alguno.
    Me gusta tu blog. Saludos desde Caracas.

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    1. Bienvenida al blog, Maria. ¡Yo tampoco me desprendería nunca de mi ejemplar de "Memorias de Adriano"!

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