John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

martes, 10 de enero de 2012

EL AUTÉNTICO RATÓN PÉREZ


Placa que figura en el nº 8 de la calle del Arenal, en Madrid
Vivimos en un mundo de referencias, donde lo habitual es que las informaciones nos lleguen de segunda tercera o cuarta mano, desgastadas, desvirtuadas y reducidas a su mínima expresión por tanto salto de uno a otro transmisor. No sé si por deformación profesional o por efecto de mi natural curiosidad, yo siempre he sido, en cambio, partidaria de acudir a las fuentes. Y puedo dar fe de que de este modo he descubierto infinidad de datos interesantes. Así pues, pasada la primera sorpresa al comprobar que del en su tiempo popularísimo padre Coloma lo único que ha conseguido filtrarse hasta nuestro siglo XXI es que se trata del inventor de un ratón que se lleva los dientes, y tras comprobar que ninguno de mis comentaristas -por lo general verdaderos pozos de ciencia- sabía más que yo del asunto, he optado por acudir al original. Ha sido un viaje de lo más interesante. Para el que quiera emularme, aquí dejo un enlace al facsímil de la verdadera historia del Ratón Pérez, según el padre Coloma. Para lectores más apresurados, resumiré algunos aspectos que me han llamado la atención de esta lectura. Está claro que la historia de este ratón es deudora de la tradición de cuentos populares, porque en ella se encuentran muchos de los motivos tradicionales que han recogido los folkloristas de todas las épocas: príncipes bondadosos, animales antropomorfos, transformaciones mágicas y, desde luego, una moraleja. Dice así: este era el rey Buby I, gran amigo de los ratones, que empezó a reinar a los seis años, bajo la tutela de su madre, una señora "prudente y cristiana". Hay en la corte gran conmoción cuando al rey niño se le empieza a mover un diente -aquí divertido detalle de época: dudan si "telegrafiar a Charcot", por si la cosa se complica- y finalmente resuelven sacárselo.Como ya hicieran todos los niños desde el principio de los tiempos, se decide que lo pondrá debajo de la almohada para que se lo lleve el ratón Pérez (me hace pensar esto que la tradición respecto al ratón "de los dientes" debía existir ya, y no ser una invención de Coloma). Total, que cuando llega el tal Pérez ambos entablan grata conversación, y éste sugiere a Buby que le acompañe a recoger el diente de otro niño, el pobre Gilito.


 Así que Pérez convierte al niño en ratón y ambos se van de correrías por ahí. La primera parada es en casa del propio Pérez, una caja de galletas ubicada en la confitería Prats, donde Buby tiene el placer de conocer a su mujer e hijas. La vida familiar de Pérez es el perfecto retrato de la familia de la alta burguesía: tienen una institutriz inglesa, bordan, tocan el arpa y toman el té "en primorosas cáscaras de alubias" (esta escena tiene mucha gracia, es un verdadero retrato de época). También hay un hijo un tanto golfo, que se juega los cuartos al poker en Jockey (nada menos) y practica el lawn-tennis y el polo. Luego, acompañados por un pelotón de ratones para evitar los ataques del gato Don Gaiferos, visitan la casa del pobre Gilito. Aquí entramos de pleno en el terreno sentimental, que prepara la conclusión moralizante: Buby queda conmovido por la espantosa miseria en que vive el pobre Gilito, y jura no descansar hasta lograr que en su reino no hayan niños que sufran estas penurias. El ratón le deja una monedita de oro a Gilito a cambio del diente. Por su parte, el rey, al despertar, encuentra bajo su almohada no una moneda sino todo un Toisón de Oro con brillantes (para eso es rey, faltaría más). Pero el rey sigue traumatizado pensando en los niños pobres y no quiere saber nada de regalos. Cuando le confía su zozobra a su madre ésta (recuerden que era "prudente y cristiana") no le dice que entregue el toisón a los pobres, ni que mejore sus condiciones de vida o que instituya de una vez la Seguridad Social, sino que le convence de que él es el "hermano mayor" y que está ahí para velar por ellos (se entiende que desde el palacio y adornado con las joyas propias de su cargo). La solución a todos los problemas, al parecer -así finaliza el cuento, al menos- consiste en rezar un padrenuestro cuando las cosas van mal. Toma moraleja. Si es cierto, como se dice, que el cuento iba dedicado al rey Alfonso XIII niño, se explica que con semejantes consejeros el país fuera como fue. Eso sí, el cuento da para hacer unas risas.


8 comentarios:

  1. Me acabo de leer entero el libro original y me he pasado un rato en grande. Pese al tono moralizante, tan de la época, hay que reconocer que el Padre Coloma tenía sentido del humor y algunos detalles son muy divertidos. Gracias por la referencia y por los dos posts.

    Saludos

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  2. Golem, es desde luego muy divertido. Y algunas escenas tienen verdadero encanto de época. Incluso el final moralizante resulta tronchante, sobre todo si uno no se lo toma en serio, claro.

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  3. ¡Qué buena toda esta historia! Yo no conocía más que las vaguedades que sabemos todos, de haber pasado por delante de la placa en la calle Arenal, y también he aprovechado para leer el cuento original en el enlace que pones, que se hace en un momento. Es verdad que hay que contextualizar las referencias religiosas (que son quizás las que peor han resistido el paso del tiempo), pero el libro está lleno de detalles simpáticos, de referencias cultas que suelta aquí y allá, y de observaciones muy de su tiempo que son para partirse. Un descubrimiento.

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  4. ¡Por fín conozco la verdadera historia del Ratón Pérez! Saludos

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  5. Me alegro que hayan personas como tú que les guste saciar su curiosidad y que luego se tomen la molestia de escribir sus averiguaciones (la mayoría de la gente no lo hace y es el algo que a mí personalmente me saca de quicio. Porque tampoco cuesta tanto mirar por internet, y es una manera de hablar con propiedad cuando se debate algún tema con alguien. Me fastidia que en mi círculo sea de los pocos, que digo la frase de: "Busqué aquello y la respuesta era..."

    Ahora mismo tenía una historia del ratoncito Pérez en mi cabeza dando vueltas, y no sabía si era un cuento que había leído o algo que me habían contado o yo que sé... Pero soy una persona de recursos y google y yo nos conocemos lo suficiente para que me de siempre un trato de preferencia. Así que me ha dado la respuesta que buscaba.

    Esta era la historia. Y la ví en el programa de 21 días (el que hacía primero Samantha Villar). Aquí esta el corte con una familia que estaba a punto de ser desahuciada por impago de la hipoteca y lo que propone el niño. Contiene una dura carga emotiva.

    http://www.youtube.com/watch?v=oaKKB0YaoBk

    PD. Bueh, quizás puse una nota demasiado triste.
    Vayamos a Molinos... ¡que es la leche! Gracias a tu blog llegué al de ella. Por curiosidad... ¿No sabrás en que consisten esos libros de colores en los que trabaja Moli? ja,ja

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  6. A ver si me aprendo el Padrenuestro moderno, por si acaso...tremendo en cuento!

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  7. Vigo,¡vaya video! es para deprimir a cualquiera. Después de eso, lo mejor es darse una vuelta por el blog de Molinos, que es estupenda. Te recomiendo que te pongas al día de sus entradas anteriores, tiene posts sensacionales. Y, no, ni idea de dónde trabaja. ¿Serán libros o será algo totalmente distinto? Misterio.

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  8. ¿Vd. cree que el Toisón de Oro es una joya? Le animo a que investigue, porque ahí está la clave de lo que alcanza en ese recorrido iniciático que es el que ha dejado caer Coloma.

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