No hay manual del escritor que no subraye la importancia de una buena frase inicial. Creo que todos nos sabemos de memoria alguna frase inicial, como la de "La heroica ciudad dormía la siesta..." o "Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró convertido en un mosntruoso insecto" (excluyo deliberadamente aquello de "En un lugar de la Mancha...", que les suena hasta a los que nunca han leído un libro). Incluso hay juegos basados en ello. Claro que si el resto de la obra no está a la altura, la frase inicial no sirve de gran cosa, no importa cuanto se haya esforzado el escritor en ella. Pero muy a menudo va todo de la mano e, igual que una buena novela tiene un buen comienzo, una mala delata ya su calidad desde las primeras líneas.
Los americanos, tan dados a inventarse competiciones de todo tipo, tienen también una competición de primeras líneas. No se trata, sin embargo, de elegir las mejores frases iniciales, sino las peores. Patrocinado por el departamento de Inglés de la californiana San Jose State University, el concurso lleva el nombre de Bulwer-Lytton el otrora popularísimo autor victoriano que entre otras muchas obras escribió novelas históricas como Los últimos días de Pompeya (un auténtico temazo, el de la erupción del Vesubio, eso hay que reconocérselo). Salvo por las adaptaciones al cine de esta obra -ha habido varias-, casi nadie recuerda la obra de este ilustre victoriano.
Si alguien no lo remedia, parece que por lo que realmente va a pasar a la posteridad, al menos en el ámbito anglosajón, es por las primeras líneas de su novela de 1839, Paul Clifford, que comienza así:
“It was a dark and stormy night; the rain fell in torrents — except at occasional intervals, when it was checked by a violent gust of wind which swept up the streets (for it is in London that our scene lies), rattling along the housetops, and fiercely agitating the scanty flame of the lamps that struggled against the darkness.”
[Era una noche oscura y tormentosa; la lluvia caía a torrentes, excepto a intervalos ocasionales, cuando la interrumpía una violenta ráfaga de viento que barría las calles (pues es en Londres donde transcurre nuestra escena), repiqueteando en los tejados y agitando fieramente la escasa llama de las lámparas que luchaban contra la oscuridad.]
Un inicio exagerado y lleno de redundancias, pero en verdad no peor que tantos otros. Sólo que esas primeras palabras son las que adoptó el creador de los Peanuts, Charles M. Schulz, como inicio de la novela que Snoopy escribe sin cesar en su máquina (y nunca llega más allá...). Eso, más que otra cosa, fue lo que inmortalizó esta frase.
Por si a alguien le interesa y quiere echar unas risas, acaban de anunciarse los ganadores de la edición de 2012 de este concurso. Sin embargo, a mi modo de ver el concurso presenta un fallo esencial: se trata de frases creadas expresamente para participar en él, de modo que el autor sólo tiene que exprimirse el cerebro durante unas pocas líneas. El mérito de verdad -si es que se puede llamar así- consiste en mantener ese nivel de prosa ridícula a lo largo de toda una novela... Duro, pero no imposible. No me gusta señalar, pero a la vista están tantos ejemplos que corren por ahí.
Vale, jugamos. Hay una muy parecida a la que comentas de Bulwer-Lytton, y que siempre me ha gustado mucho: "Era de noche y, sin embargo, llovía". No se conoce el título de la novela, pues al parecer quedó inédita. Se debía a un tal Antonio Neira de Mosquera, un aficionado a la novelística que le entregó su manuscrito a Eugenio de Hartzenbusch, el cual leyó esa frase, se desternilló de risa y arrojó la novela a la papelera. No me extrañaría que ese "Era de noche y sin embargo llovía" fuera, además, un plagio de la "dark and stormy night".
ResponderEliminarMuy graciosa esta frase, merece entrar en el concurso. Y tienes razón, da la impresión de que el tal Neira se inspiró en Bulwer-Lytton. ¿No encontraría modelos mejores, digo yo?
EliminarVale, no vamos a señalar pero si, hay gente capaz de mantener un nivel ridículo cuando no directemente espantoso durante toda una novela...y lo que es aún peor..tener un gran éxito de ventas.
ResponderEliminarAhí duele, que este tipo de literatura puede llegar a venderse muy bien. En casos así, siempre me pregunto si no seré yo la tarada. A la gente en general parece que la "dark and stormy night" les gusta.
EliminarConcedamos, sin embargo, que a base de mantener un nivel ridículo durante muchas páginas saldrá alguna frase interesante, ¿no?
ResponderEliminarLa verdad es que hay auténticos artistas, que logran mantener el mismo nivel, sin descanso, durante toda la novela. Lo máximo a lo que se puede aspirar es a encontrar momentos involuntariamente graciosos.
EliminarEn boca de Snoopy no me parecía tan mala.... Nunca me quedo con las frases malas de inicio, creo que mi mente las obvia (probablemente yo nunca me habría fijado en ella, hubiera seguido leyendo esperando algo más). En cambio las buenas si suelen quedarse en mi cabeza.
ResponderEliminarUna vez, grabé en una cinta de audio las canciones de Tom Waits que MENOS me gustaban. De tanto escucharlas así, todas juntas, acabaron pareciéndome decentes. Puede que un libro plagado de frases horrorosas no tenga por qué ser, necesariamente, malo en su conjunto.
ResponderEliminarJa, ja, ¡me ha parecido sensacional esa idea de escuchar precisamente las canciones que menos te gustan! Pero parto de la idea de que seguramente Waits es un músico que te gusta y al que respetas, sólo que unas cosas te gustan menos que otras... Rara vez un escritor bueno hace un libro del todo malo, en eso estoy de acuerdo. Puede ser más flojo que otros, fallar en algunos aspectos... pero suelen haber cosas salvables. Sin embargo, hay libros que no tienen solución; créeme, muchas frases espantosas suelen dar como resultado un libro igualmente insoportable.
Eliminarera de noche y sin embargo llovía
ResponderEliminarLo primero que debes hacer, antes de ponerte a criticar un asunto que, por otra parte, es susceptible de muchísimos matices, es aprender a escribir correctamente. Dices: "Salvo por las adaptaciones al cine de esta obra -han habido varias-, casi nadie recuerda la obra de este ilustre victoriano". Pues bien. "Han habido varias" es una burrada del tamaño de una catedral. Lo correcto es "Ha habido varias". Ya te veo protestar. Antes de protestar, informate. Yo ya he hecho bastante con avisarte. De nada.
ResponderEliminarCatalanismo feroz que, por desgracia, se oye cada vez más. Dos años han pasado de tu nota y aún no lo ha corregido.
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