Es esta una de esas expresiones inglesas tan gráficas y sencillas que son casi imposibles de traducir: "día de mal pelo" no refleja la totalidad de su significado, aunque nos barruntemos que no se trata precisamente de un día de los mejores. Y es que "bad hair" no se refiere a que tu pelo sea de mala calidad, ni tampoco estrictamente a que ese día andes despeinada, sino a que es uno de esos días en que todo parece salirnos mal, esos en que más nos valdría no habernos levantado. Además, ¿a que hay días en que el pelo hecho un desastre es un reflejo de nuestro estado de ánimo interior? Sea como sea, "bad hair day" es un término de lo más práctico, que da justo en la diana de una situación que todo el mundo ha experimentado alguna vez. Lástima que no tengamos algo parecido en español; "tengo un mal día" es su equivalente más cercano, pero le falta esa chispa, esa imagen mental del tipo con greñas porque ese día no le apetece ni peinarse, o porque simplemente su pelo ha decidido formar parte de la conspiración del mundo en su contra. Pero ¿de dónde viene? Ahí está lo divertido: según algunas fuentes, nada menos que de una película de 1992, Buffy Vampire Slayer [Buffy la cazavampiros], donde se pronuncia esta expresión con el sentido que ahora le damos. Lo que demuestra que hasta de una película mala pueden salir cosas buenas.
Aunque me resisto a creer que no haya algún precedente y que, en tan poco tiempo "bad hair day" se haya incorporado al acervo popular y se emplee actualmente ¡incluso como título de libros!
No hay comentarios:
Publicar un comentario