John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

martes, 11 de enero de 2011

LUGARES COMUNES

Robert Darnton afirma en un artículo titulado "Lugares comunes fuera de lo común", -que se puede leer en versión castellana en la recopilación titulada El coloquio de los lectores-, que hubo un tiempo en que los lectores (un cierto tipo de lectores, matizaría yo) llevaban libros de lugares comunes: cada vez que se topaban con un pasaje jugoso, lo copiaban en un cuaderno y añadían sus comentarios. Esta costumbre tiene una larga tradición, pues según algunos se remonta a Aristóteles, quien en su Retórica incluye consejos para hacerse con un conjunto de lugares comunes (o topoi), que sirvieran a los estudiantes para tomar de ahí los temas de sus discursos. Más adelante, Erasmo en su De Copia habló de esta técnica y muchos otros humanistas la practicaron. Estos "libros de lugares comunes" servían , en un tiempo en que el acceso a los libros era a menudo difícil, para conservar las perlas de sabiduría que estudiantes o simples lectores deseaban conservar para futura referencia. Francis Bacon y John Milton, por ejemplo, llevaron libros de lugares comunes, como también Thomas Jefferson (que tenía varios, divididos por temas) o Walt Whitman (véase la foto que ilustra esta entrada). Esos, de entre los que han llegado a nosotros, porque dado que formaban parte en general de papeles privados, raramente llegaron a publicarse y la mayoría se han perdido. Es una lástima, porque en el caso de los escritores tener un registro de los fragmentos y citas que les llamaron la atención, así como -a menudo- sus comentarios a ellos, resultaría de un valor incalculable. En tiempos más modernos, con frecuencia se recurría, más que a copiar, simplemente a pegar en ese cuaderno fragmentos de artículos, imágenes y otros recortes de interés, a los que se añadían comentarios personales. ¿Y a qué nos recuerda esto? Pues nada menos que a los actuales blogs. Aunque en la blogosfera hay de todo, cada vez más y más variado, según Technorati en 2010 el 65% de los blogueros han sido "hobbyists", es decir, personas que mantienen un blog sin intenciones crematísticas, simplemente porque les gusta. Y de estos, el 74% afirma que mide el éxito de su blog de acuerdo con la satisfacción personal que le produce. Creo pues que se puede decir, sin temor a equivocarse mucho, que una parte de los blogs actuales son los descendientes de esos antiguos cuadernos de lugares comunes. Lugares donde se recoge lo que interesa, lo que estimula la curiosidad y el intelecto, los comentarios sobre lo que leemos y lo que pensamos, mediante una tecnología que permite almacenarlo fácilmente y recuperarlo desde cualquier lugar. Y compartirlo, faltaría más.

11 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho el post. La expresión lugar común tiene en castellano unas connotaciones más bien negativas, de repetición o falta de imaginación. Nada que ver con el sentido de la expresión inglesa "Commonplace book" a la que haces referencia y que no conocía.

    Creo que aciertas de pleno en la comparación que realizas entre estos cuadernos de notas y los actuales blogs, en los que muchos no pretendemos más que dejar memoria de aquello que nos llama la atención, y como bien dices , compartirlo.

    Saludos.

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  2. Magnífico post...que me deja muy contenta porque resulta que, además del blog, también tengo siempre a mano una libreta (esta ultima, hecha por mi) en la que apunto todo aquello que me sorprende en mis lecturas.¡¡Tengo un Commonplace Book!!

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  3. Si, soy de copiar muchas frases o expresiones en un cuaderno, palabras o datos curiosos, aunque nunca tengo la paciencia de copiar parrafos enteros (muchas veces, no obstante, me había apetecido).

    Respecto del blog: pues empecé con uno medio tonteando, pero he de reconocer que me ha sorprendido a mi mismo (mira que soy fanático de la red) porque la visita de todos vuestros blogs es de verdad una fuente de conocimiento inagotable. Estoy conociendo a un volumen de escritores nuevos a un ritmo de marcha forzada. Libros nuevos, comentarios personales de lectores de los que uno aprende a poder fiarse, al menos para darle su oportunidad a un libro. Estoy sorprendido de lo bien que me lo paso escribiendo en el mío y leyendo en los vuestros.

    Creo que la comparación es muy acertada. Desde siempre, tras leer un libro que me gustaba, indagaba en la red sobre el autor, el contexto, etc. Pensaba a veces en usar fichas de cartulina en vez de la libreta para catalogarlos, o una base de datos, pero la primera vez que los he recogido algo más sistematicamente es ahora, en el blog.

    Buena entrada, incita a la reflexión.

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  4. Me ha gustado mucho la entrada, y el original punto de vista sobre los blogs. También la cita de la semana, que de alguna manera está relacionada con ella, porque Quevedo escribió la primera versión de este poema sobre las guardas de un libro de su biblioteca que tenía en ese momento a mano (y que se conserva en la British Library). Pongo otra X en "aprendo cosas" :-)

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  5. Golem, tienes razón, el término castellano "lugar común" evoca de entrada algo trivial o manido, cuando aquí se trata de todo lo contrario. Pero yo pondría énfasis en "común" en el sentido de compartido, accesible a una comunidad de lectores tan grata como esta.

    Samdimanche, bien por tu "commonplace book". Seguro que sabiendo que forma parte de una tradición centenaria, lo usarás con mayor devoción aún.

    Oscar, para mí también el blog y la comunidad de lectores ha constituido un maravilloso descubrimiento. Todos aprendemos de todos y resulta de lo más estimulante.

    Urzay, ¡qué bonito el dato sobre Quevedo! Yo también he aprendido algo... Y Quevedo es sin lugar a dudas uno de mis poetas favoritos.

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  6. Llevo 3 días con este post marcado como no leido en el reader para que no se me olvidara comentar.

    Yo tengo como Samedimanche una "Commonplace Book". Lo llevo de manera sistemática desde enero del 2006. Antes apuntaba lo que leía y nada más. Ahora me tomo mi tiempo, al acabar un libro, cojo la pluma especial para ese cometido, me siento y escribo sobre la lectura que acabo de terminar y voy copiando los párrafos que durante la lectura me llamaron la atención. Cuando más páginas ocupan esas anotaciones es que el libro me ha gustado más....de algunos he pensando " a este paso lo copio entero". Me encanta volver al cabo del tiempo a releer lo que escribí sobre esos libros y comprobar que esos párrafos me siguien diciendo algo.

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  7. Vaya, Moli, pues con el ritmo de lecturas que llevas, el tuyo debe ser un "Commonplace Book" enorme. Apuesto a que pronto tendrás toda una biblioteca :)

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  8. Me resulta muy atractiva la idea de llevar un libro de lugares comunes, pero se me hace raro empezar porque pienso: ¿qué pasa con todos los libros que ya he leído? No tendrían una triste línea que los recordara.
    La paseadora de Lisa

    P.D.: no puedo usar mi perfil para comentar, de modo que no os extrañe que un anónimo firme sus comentarios ;)

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  9. Muy interesante. Desconocía que ese tipo de anotaciones viniera de tan atrás en el tiempo. Yo tengo un libro en el que anoto frases que por una razón u otra llaman mi atención. Mi blog no tiene mucho que ver con ellas pero, claro, es inevitable que hayan aparecido ocasionalmente.
    Estupenda entrada.

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  10. Anónima paseadora, creo que como en todo, lo importante es empezar y no pensar en lo anterior. De acuerdo, todos los libros leídos hasta ahora quedarían olvidados (en el papel, pero no por ti), pero a cambuio tendrías un testimonio muy vivo de lo que vayas leyendo a partir de ahora. Que conste que yo tampoco tengo un Commonplace Book, un poco por los mismos motivos que tú, y un poco por cierta pereza o desorganización, no sé.

    Uno, es bonito saberse partícipe de una tradición, ¿no? Por cierto, ¿sale el metro en tu libro de anotaciones? Debería, porque aunque no es un libro, seguro que sacas más de una idea de tus viajes (además de las fotos, claro).

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  11. Me parece muy interesante lo del Commonplace Book. Yo lo mas parecido que tengo es un libro de recetas de mi abuela, lo que no es moco de pavo, era una cocinera estupenda! Como ya te comenté tienes un gran blog y estoy disfrutando leyendo las entradas antiguas tanto como con las natillas de la abuela. Besos. Alfonso

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