John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

sábado, 24 de marzo de 2012

CUARENTA AÑOS DE "EL PADRINO"


Sé que llego tarde, pero este es un aniversario que no podía dejar pasar. Hace pocos días -el 15 de marzo- se cumplieron 40 años del estreno de la primera parte de El padrino, clásico indiscutible e indiscutido del cine, una obra de arte que se ha convertido en icono cultural y que ha influenciado no sólo al cine posterior a él -inspirando una larga lista de películas notables, como Uno de los nuestros o Érase una vez en América- sino que ha dejado su huella en la sociedad contemporánea. A partir de El padrino, los mafiosos empezaron a emular su estética y sus diálogos (en una clásica pirueta de retroalimentación ficción-realidad-ficción, los personajes de Los Soprano juegan a imitar a los protagonista de la película de Coppola). La frase "Le haré una oferta que no podrá rechazar" se ha convertido en un lugar común, y algunas escenas de la película (pensemos en la cabeza del caballo en la cama) han sido objeto de innumerables remakes y parodias (en Los Simpson, por ejemplo).


Como todo el mundo sabe, El padrino se basa en la novela del mismo título de Mario Puzo, publicada originalmente en 1969. Sin embargo, antes de que la novela viese la luz, la historia de Puzo estaba ya ligada al cine, por una opción de compra que la Paramount había hecho sobre un proyecto suyo que llevaba el título de The Mafia. (Más adelante, Coppola se vería obligado por las presiones del colectivo italoamericano a eliminar toda mención explícita de la palabra "mafia" de su film.) Hay que advertir que las opciones de compra que las productoras establecen sobre originales literarios muy a menudo no se concretan en nada. En realidad, se trata de un buen negocio para los escritores: ellos cobran una cantidad, que sigue siendo suya incluso si la película nunca se lleva a cabo. Quizás hubiese ocurrido lo mismo en este caso si, una vez publicada, El padrino no se hubiese convertido en un gran éxito de ventas. Como escritor, Puzo tiene tendencia a la brocha gorda, pero es innegable que sus tramas son potentes, y que se maneja como nadie en el mundo de la violencia y la traición.  Y, como co-guionista de la película -labor que compartió con Francis Ford Coppola- hay que agradecerle el haber creado unos personajes complejos y llenos de contradicciones y unos diálogos de lo más efectivo. Parece que Puzo y Coppola se entendieron bien, porque repetirían su colaboración en las partes I y III  y en otra película memorable, Cotton Club.
Aparte de una infancia pasada en la tristemente célebre Hell's Kitchen de Nueva York -que le proporcionó un conocimiento de primera mano del funcionamiento de las bandas mafiosas-, Puzo contó para su novela con la abundante documentación procedente de los juicios antimafia de los años cincuenta.  Los largos procesos televisados sobre estas actividades aparecen versionados en El padrino II. El padrino está lleno de referencias a las Cinco Familias de Nueva York y a su organización, con sus jerarquías basadas en las legiones romanas, su catolicismo a la vieja usanza y su conservadurismo. Igualmente, muchos personajes están inspirados en personas reales, como Frank Pentangeli, basado en Joseph Valachi, el delator que primero vertió la expresión «la Cosa Nostra» al mundo exterio, o Johnny Fontane, trasunto de Frank Sinatra. Este último tiene en la novela un papel bastante más relevante que en la película. Malas lenguas dicen que fue el propio Sinatra quien maniobró para que Fontane quedase en segundo plano en el film.
Leí la novela de Puzo hace años y de ella recuerdo muy poco. Tampoco me apetecería especialmente releerla. En cambio, las poderosas secuencias de la película están grabadas en mi memoria de modo indeleble. Para mí, al menos, es una prueba elocuente del mérito de una y otra.




9 comentarios:

  1. Yo no he leído la novela de Puzo, pero por lo que he oído, éste es uno de esos ejemplos de gran película basada en novela mediocre.
    Una de mis mejores experiencias cinéfilas fue ver la doble sesión El Padrino I y II en una tarde en la filmoteca. La III tuvo que esperar al día siguiente, pero ya me iba bien. Yo creo que esa tercera parte está lastrada no por Sofia Coppola, con quien todo el mundo la tomó, sino por Andy García, que a mi juicio no da la talla para ese papel ni de lejos.
    Un saludo.
    p.s. me parece que te falta un "no" en la primera frase de la entrada.

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  2. Nunca es tarde para homenajear el aniversario de un cláscico como éste...No he leido el libro, me he quedado en la película, dudo que me guste tanto...

    Un beso!

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  3. Quedaré fatal, pero reconozco que no la he visto nunca...

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  4. Meg, ni falta que hace que leas el libro. Eso sí, la película conviene verla más de una vez.

    Cristina, suerte tienes, que te queda esa maravilla por descubrir. Un día que Héctor haga una siesta muy larga o -declaradamente- que esté pasando el día con tu madre. Es que "El padrino" requiere toda tu atención.

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  5. Estoy igual que Cristina, nunca la he visto pero... ya estoy planeando una sesión para verla. Nunca es tarde si la dicha es buena, que dicen por ahí.

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  6. littleEmily, eso, nunca es tarde. ¡Y lo que las vas a disfrutar!

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  7. Pues también soy de esos que aún tienen la suerte de no haber visto las películas del Padrino, porque el mundo mafioso de "spaguettis" nunca ha estado entre mis preferencias cinéfilas, salvo los Soprano me imagino, pero es que estos ya son más actuales y ya va más con mis gustos.

    De todas maneras reconozco algunos de esos lugares comunes, porque por referenciarlos tanta gente, al final los he acabado viendo por youtube.

    Incluso diría que la mejor película puede que sea la segunda, y no me preguntes por qué, porque ni idea, solo que a veces he oído a gente que defendía esa tesis delante de mí, y ahora les hago caso y te traslado su juicio.

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    1. Si te gustan Los Soprano, te gustará El padrino, creo yo. En cuanto a qué parte es mejor, cada cual tiene su preferida. Puede ser una discusión interminable.

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