Ha habido reacciones diversas ante el anuncio de que la Enciclopedia Británica dejará de editarse en papel. Casi resulta la crónica de una muerte anunciada, porque hace ya tiempo que nadie consulta sus dudas en los gruesos tomos de una enciclopedia, para todo recurrimos a Internet, donde Wikipedia nos lo pone bien fácil. Y donde muchos artículos -evidentemente, los que no precisaban actualización- proceden de ediciones de la propia Británica ahora libres de derechos. O sea, que de algún modo la enciclopedia sigue viva. La ambición de reunir todo el conocimiento disponible tiene una larga tradición, dos mil años, como mínimo (posiblemente más, pero la transmisión del saber de la Antigüedad ha sido como mínimo azarosa y mucho se ha perdido). El primer enciclopedista conocido es Plinio el Viejo, personaje incomparable, que en su amplísima obra que lleva el título de Historia natural reunió todo el saber de su época en campos tan diversos como astronomía, botánica, medicina, geografía, magia, metalurgia y zoología. Durante más de mil años, la obra de Plinio se consideró la suma del saber humano. Se dice que para componerla consultó más de dos mil libros, y buena prueba de la alta estima en que se tuvo durante muchos siglos es que de ella nos han llegado más de doscientos manuscritos. Un número tan notable de copias sugiere que no faltaba en la biblioteca de ningún erudito medieval. Se sabe, por ejemplo, que Carlomagno tuvo un ejemplar, así como Petrarca, y que Chaucer se inspiró en él para alguno de sus Cuentos de Canterbury. Gracias a Plinio parte del saber del mundo antiguo quedó preservado. A través de él podemos enterarnos de cómo los romanos cultivaban la tierra, o cómo extraían metales, así como qué creencias astrológicas eran comunes y detalles de la vida cotidiana como que las mujeres utilizaban la leche de burra para prevenir las arrugas. También podemos constatar que los romanos sabían que la Tierra es redonda y da una vuelta completa cada 24 horas. Los descubrimientos científicos del Renacimiento y posteriores relegaron esta a esta obra como fuente de datos científicos, pero sigue siendo una mina de información histórica. Plinio, considerado por algunos el hombre más sabio de su generación, tuvo una vida muy completa. No sólo fue escritor, naturalista y filósofo, sino también militar -llegó a ser comandante de caballería en Germania- y amigo del emperador Vespasiano, a quien sirvió en diversos cargos públicos. Ignoramos la fecha de su nacimiento, pero sabemos con exactitud la de su muerte: el 25 de agosto del año 79, a consecuencia de la misma erupción del Vesubio que acabaría con las ciudades de Pompeya y Herculano. Su sobrino y heredero, Plinio el Joven, cuenta maravillosamente este episodio en una de sus cartas. Recientemente, la editorial Gredos ha publicado una biografía de este personaje por Guy Serbat. La Historia natural de Plinio el Viejo se puede encontrar completa en inglés, en una bonita edición de bibliófilo de la Folio Society, aunque resulta un poco cara, y en diversas versiones, la mayoría abreviadas o incompletas, en español.
No tengo duda de que, por más que desaparezca la Enciclopedia Británica en papel, el hechizo de las enciclopedias, ese compendio del saber, seguirá intacto.
Erupción del Vesubio, Johan Christian Dahl, 1822 |
Oh, me encantaría tener la enciclopedia de Plinio. Tengo los libros de Historia de Herodoto de Gredos y muuuuuy poco a poco me meto en ellos, así que no podría justificar el gasto de tener a Plinio ni de broma, pero que chulo sería verlos en mi estantería!
ResponderEliminarSi quieres te vendo Una edición de 1548 muy rara y cotizada por tan solo 6000€.vale mucho mas..
EliminarEstoy pasando una mala racha y necesito el dinero.
Te puedo mandar fotos y mas datos, si lo quisieras.
Mi correo es letrado@ya.com
Un saludo
Hace unos días leía unas conferencias de Borges, y recuerdo que comentaba que cuando él era pequeño e iba a una biblioteca, era muy tímido para reclamar cualquier libro a los bibliotecarios, por lo que cogía un tomo cualquiera de la Enciclopedia –creo que era la Enciclopedia Británica- y se ponía a leerlo página por página. Según él además había una diferencia entre las antiguas enciclopedias y las nuevas, y ésta era que las antiguas tenían un tono narrativo que invitaba a la lectura.
ResponderEliminarDe todas maneras creo que a la Enciclopedia Británica no le va a ser fácil encontrar ahora su hueco correspondiente. Pretende venderse creo por unos 50 euros en formato digital, y no creo que casi nadie la compre. Sencillamente porque la manera más práctica de consultar algo es por ahora Internet gratuítamente, y en ese sentido la Wikipedia encima le lleva mucha ventaja. Lo dueños de la Enciclopedia Británica deberían de volcarla gratuitamente en internet, y luego con publicidad o con cualquier otro sistema de marketing, conseguir las vías económicas necesarias para su subsistencia. Pero aquí en el mundo cibernético, el que no corre vuela, y la Enciclopedia Británica ya lleva varios años de retraso en esta carrera.
Nit, leer a Heródoto es un placer, vale la pena alargarlo.
ResponderEliminarVigo, los dueños de la Británica hace años que tienen claro que su negocio no es el papel, y de hecho ya se han diversificado, en realidad ahora lo de la enciclopedia es secundario para ellos. De ahí que no les importe mucho lo que ocurra con el contenido de la enciclopedia, ellos ya están en otros asuntos.
Siempre habrá interés por reunir todos los saberes en una enciclopedia, aunque no sea en papel. Ahí está si no la wikipedia. Para mí, uno de sus problemas es la veracidad de sus artículos. Evidentemente podemos citar la británica textualmente, pero ¿y si lo hacemos de la wikipedia?. Saludos
ResponderEliminarPilar, alguna desventaja tenía que tener la wikipedia, que encima sale gratis. Por eso siempre es recomendable verificar las informaciones cuando quieres hacer una cita. Y si encuentras un error, corregirlo, que eso es lo bueno, que es participativa.
ResponderEliminarLa historia Naturalis de Plinio el Viejo está parcialmente en internet
ResponderEliminarhe subido ya 11 libros
ayes mismo terminé el libro V
http://www.historia-del-arte-erotico.com/Plinio_el_viejo/libro5.htm
es muy fácil de usar y de citar
si quieres citar por ejemplo la expedición de
Suetonius Paulinus,
el número entre parentesis (18)es la anotación de tal manera que solo con poner
http://www.historia-del-arte-erotico.com/Plinio_el_viejo/libro5.htm#18 es decir añadir al libro # y el número de item 18
irás allí
Un saludo
Anarkasis