La librería El Ateneo, en Buenos Aires, ubicada en un antiguo teatro |
Los editores de las famosas guías Lonely Planet han elaborado una lista de "Las mejores librerías del mundo". A su modo de ver, las librerías son el mejor amigo del viajero porque "proporcionan refugio y entretenimiento cuando hace mal tiempo y son una fuente fiable de mapas y guías de viaje". Sólo en último lugar mencionan que pueden resultar también una tabla de salvación si has devorado ya toda la lectura que habías llevado contigo y necesitas con urgencia reponer tus reservas lectoras. Así, no es extraño que en su selección primen las librerías grandes, a menudo arquitectónicamente espectaculares, y desde luego con café o restaurante incorporado. Como los responsables de la selección no deben ser grandes lectores -sí, sin duda, grandes viajeros- no parece importarles tanto la diversidad y riqueza de la oferta en cuanto a libros, que es a lo primero que atiende el verdadero bibliómano. Aún así, hay que reconocer que algunas de las que mencionan en su artículo tienen una pinta estupenda. Las hay históricas y tradicionales, como City Lights Books en San Francisco, El Ateneo en Buenos Aires o Shakespeare & Co. en París, sin olvidar la que algunos denominan "la más bella librería del mundo", la Livraria Lello en Oporto (vale la pena ver la panorámica de 360º). Predomina la óptica anglocéntrica y así se entiende que, por ejemplo, entre las muchas excelentes librerías que ofrece Berlín hayan seleccionado Another Country, que no es ni de lejos la más grande ni bonita, pero que tiene una extensa oferta de libros en inglés. Y bueno, también cuenta con un maravilloso sistema que alguien debería importar aquí: compras el libro, lo lees y, si quieres, lo devuelves y recibes lo que pagaste menos 1,50 €.
No dudo de que todas las mencionadas en esa relación sean unos establecimientos estupendos, pero para enamorarme de una librería yo no necesito que tenga butacas cómodas, café y pasteles o una bonita bóveda (aun siendo todos estos elementos muy apreciables); lo que me atrae es la posibilidad casi mágica de dar con libros cuya existencia de otro modo hubiera ignorado, esos que no se sabe por qué atraen tu atención desde la estantería cuando lo que andas buscando es un manual de horticultura o una novela policiaca para tu primo, y te descubren un autor desconocido, abriéndote la puerta a un universo nuevo. Estas librerías son la auténtica sal de la vida del amante de los libros. La compra por internet tiene muchas ventajas, pero dudo que pueda sustituir a esos ratos pasados deambulando de estantería en estantería, con la seguridad de que en algún lugar hay un libro que te está esperando.
De todas las librerías que recoge la guía sólo conozco la de París, Shakespeare & Co, que tiene una historia apasionante, sobre todo en la etapa histórica de Silvia Beach. Pero la lista no me ha acabado de convencer. Coincido contigo en que la magia de una buena librería consiste precisamente en esa capacidad para el descubrimiento. Esa magia la he encontrado tanto en alguno de los grandes Fnacs franceses como en pequeñas librerías del barrio latino, por hablar tan sólo de París. Los que no lo comparten difícilmente lo entenderán, pero pocos placeres equivalentes al de deambular entre libros en una buena librería.
ResponderEliminarSaludos
De acuerdo también en que no hay nada comparable a deambular por una librería e ir descubriendo libros y autores. Pero hay librerías con un plus de atractivo, me gustaría pasear, por ejemplo, por El Ateneo de Buenos Aires.
ResponderEliminarEse sistema que mencionas es fantástico. Me ha recordado el de las Bibliotecas populares de la Generalitat (las biblios de la Dipùtación) que accedes a todas por esa cantidad y te lo traen de cualquier biblioteca durante 15 días. Es parecido pero en Biblioteca, no en librería.
Ahhh... sí me gusta el humor inglés.
Un abrazo.
Deambular por una buena librería nunca será comparable a comprar un libro electrónico por Internet. Por lo menos para los que nos gustan los libros.
ResponderEliminarEl Ateneo de Buenos Aires es sencillamente espectacular. En Biarritz hay una librería preciosa que se llama Bookstore que merece la pena conocer.
Para mí, en cuestión de librerías, no hay nada como Londres. Un par de ellas, o tres: London Review of Books, Daunt Books y Persephone Books (que también es editorial).
Elena, tienes que visitar Tipos Infames (ya he visto tu comentario en mi post).
Abrazos.
Internet vale para lo que vale, claro está. Gracias a Internet puedo conseguir literatura en inglés sin poder moverme de mi biblioteca, a precios infinitamente inferiores a los que me asaltarían aqui. Tiene sus incovenientes a veces (¿Como?¿Esta letra tan pequeña tiene el libro?¿Este papel tan malo?), pero en general es una bendición. Ahora, claro está, una cosa es que uno tenga que comer a diario y otra es ira a un buen restaurante. Los ratos pasados en una buena libreria son algo que los lectores empedernidos atesoramos como una experienccia transformadora. Lejos de todo ruido, cogiendo libros al azar, echando un vistazo a su portada, contraportada, su peso, su olor... Comparto la pasión de la bibliotecaria de RedfieldHall por Londres en general y ssu librerias en particular, las grandes y pequeñas, por Dublin, por Nueva York...
ResponderEliminarInternet tiene algunas ventajas pero no podrá sustituir nunca la sensación que se tiene al ir a una librería y mirar las estanterías detenidamente, cogiendo un libro que nos ha llamado la atención por el título y descubrir que tiene un argumento que nos hace querer leerlo enseguida. Y lo dice alguien que aprovecha para comprar literatura inglesa por internet cuando tiene la oportunidad.
ResponderEliminarTodavía no he tenido oportunidad de pasear por las librerías de Nueva York ni de Dublín pero las librerías inglesas son mi vicio personal: recomiendo mucho Persephone Books (como la Bibliotecaria), la sede de Waterstone´s en Gower Street, justo al lado de la London University, todo un laberinto de pasillos de madera repletos de libros. Y de anticuario, Jarndyce, toda una delicia con objetos curiosos en su interior. Y, por supuesto, si vais a Oxford, es obligatorio pasar por Blackwell´s. Vaya parrafada.
Las de la lista son para hacer un tour de librería en librería, desde luego. Pero no por ello hay que menospreciar las pequeñitas que no aparecen en ella. Hay pocas librerías con más encanto y personalidad que esas que hay en prácticamente todo pueblecito inglés con un puñado de habitantes.
ResponderEliminarVeo que todos los aficionados a los libros coincidimos en nuestro amor por las librerías, grandes o pequeñas. Espero que eso quiera decir que aún perdurarán mucho tiempo, algo que los gurús del mundo de los libros a veces ponen en duda. Lo cierto es que tanto en USA como en el Reino Unido muchas librerías están teniendo serios problemas, o desapareciendo, porque allí está mucho más extendida la compra por internet. Confiemos en que al menos las buenas resistirán.
ResponderEliminarComprar por Internet puede ser también un encuentro con un verdadero librero, querida Elena. Compro a TWINCOVERS (a través de Amazon),en Inglaterra, un ejemplar antiquísimo del estudio de Robin Wood (para mí, uno de los mejores críticos de cine, recientemente fallecido)sobre el gran Arthur Penn, también desaparecido hace poco. Me llega el ejemplar con una nota manuscrita de Twincovers, firmada por James Scott, lamentando la muerte del creador de BONNIE AND CLYDE. Un mes más tarde llega a mi domicilio, por correo ordinario, el obituario de THE TIMES sobre Arthur Penn, también enviado por James Scott, por si me pudiera interesar... En fin, demostrado queda que cuando uno es librero lo es siempre, a distancia, por correo o en persona.
ResponderEliminarQué bien ver que me lees, Toni. Preciosa anécdota. Creo que me voy a hacer yo también cliente de Twincovers (otra compradora compulsiva de libros por Internet). Profesionales así merecen que los cuidemos, ya quedan pocos.
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