Ilustración de Joe Berger para El perfeccionista en la cocina |
Tal como relata Julian Barnes en su introducción El perfeccionista en la cocina -un librito, que más de uno considerará menor también por su temática,ya que los avatares culinarios no suelen merecer un luagr destacado en el olimpo literario-, en la infancia de cualquier típico muchacho inglés de clase media había cuatro áreas envueltas en secretismo y prohibiciones: el sexo, la política, la religión... y la cocina. Los artículos que Barnes reúne en este volumen tratan, con mucho humor y el ingenio al que este escritor nos tiene acostumbrados, de su tardío descubrimiento del arte culinario y de su enconada lucha con los libros de recetas y sus inseguridades cuando se trata de ponerse al frente de los fogones. Sé que los fans literarios de Barnes dirán que no le llega a la suela del zapato a otros libros suyos como, por ejemplo, el maravilloso La mesa limón (que yo también recomiendo calurosamente, pero, lo siento, en esta entrada no voy a hablar de él). Sin embargo creo que seducirá a aquellos lectores que, como yo, sean aficionados a la gastronomía y valoren la inteligencia aplicada al arte culinario. Algo de lo que Barnes hace derroche en estas páginas. Por si les queda alguna duda, si no saben si éste es un libro que merece o no la pena adquirir, ahí va un sencillo test, tomado de sus páginas.
¿Cuántos libros de cocina tiene usted?
a) No los suficientes
b) Justo los necesarios
c) Demasiados
Si su respuesta es b), queda descalificado por mentir, o por ser demasiado autocomplaciente, o por no estar interesado en absoluto en la cocina. Si ha elegido a) o b) obtiene algunos puntos, pero para obtener la máxima puntuación habría de haber elegido las respuestas a) y b) a partes iguales. La primera, porque siempre hay algo nuevo que aprender, algo que lo haga todo más claro, más fácil, más simple; y b), por los numerosos errores que uno comete siempre que aplica a).
Es decir, si mantiene una relación distante con la cocina y sus misterios, déjelo, este libro no es para usted. Si, por el contrario, le apasionaría desentrañar el secreto de un buen soufflé, pero al mismo tiempo desespera de conseguir algún día el soufflé perfecto, adelante. Esta lectura seguramente no hará de usted un cocinero mejor, pero le proporcionará un rato de diversión muy de agradecer.
Qué rápido has escrito esta entrada...No hace de tí un cocinero mejor pero sonries al reconocer en él algunaas de tus manías y frustraciones culinarias. Hasta ahora no conocía a nadie que lo hubiese leído y...me apunto La Mesa Limón. Saludos
ResponderEliminarSólo tengo los libros de cocina que regalaba el periódico...Si es que el jamón está muy bueno y sólo hay que cortarlo en lascas finas...
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog; lo he descubierto hoy.
Miss Winnifred, es que esta era de las entradas fáciles. No siempre soy tan rápida. Creo que La mesa limón te gustará mucho, es una colección de relatos a cual mejor.
ResponderEliminarHLO,bienvenida al blog, espero seguir viéndote por aquí. En cuanto a la cocina, ya veo que ese no es tu terreno. Aunque quién sabe, si te te da por leer libros sobre gastronomía, igual te aficionas.
Tampoco es mi terreno... de hecho igual debería de haber otra opción "d" que dijera: ninguno (que sería mi caso).
ResponderEliminarY no es por desmerecer la cocina, ni mucho menos. Es más que nada una mezcla de poco paladar por mi parte y un poco de vagancia a la hora de cocinar, y que soy animal de costumbres fijas, y no complicarme mucho la vida cuando cocino. De hecho mis mayores "aventuras" culinarias han sido hacer algún que otro pastel (Recetas para "dummies" xD)
De todas maneras para mí, visto desde fuera, me parece impresionante el virtuosismo que se puede conseguir en la cocina, y en cierta manera quizás es por ese motivo por el que siempre he preferido guardar una cierta distancia con este mundo, porque soy demasiado curioso y sé que si me pongo a cocinar en serio y aprender de cocina, me metería en un mundo en el que habría tanto y tanto por descubrir que me acabaría agobiando (que es lo que tiene ser excesivamente perfeccionista en las cosas que me apasionan).
De igual modo siempre me ha fascinado la riqueza del vocabulario gastronómico. Ayer mismo aprendí de una carta (que no degusté porque al final me pedí otro plato) que era un paccheri relleno... y ya con eso me fui contento :)
Vigo, cocines o no, el mundo de la gastronomía es apasionante. Te aseguro que mi pasión por los libros de cocina supera con mucho a mi afición por cocinar, que es simplemente utilitaria: cocino porque bien hay que comer, pero no me dedico al virtuosismo.
ResponderEliminarHe de reconocer varias cosas. Por falta de dedicación y de tiempo no soy nada cocinillas, y eso que siempre me ha atraído ese mundo. Creo que no se me daría totalmente mal, pero no persisto más alla de tres platos.
ResponderEliminarEn segundo lugar que mi relación con Barnes es desigual. El gran placer que me produjo "El loro de Flaubert" y el placer extraño de "La mesa limón", no se repitieron en este volumen, que me pareció algo flojo, algo que me ha pasado también con otros volúmenes de Barnes, al que no se si algunas veces le cojo el paso y otras no....
Pero sobre todo, hablando de cocina, no quiero dejar pasar la oportunidad de darte las gracias por la recomendación de la obra de MFK Fisher. Compre el volumen que comenté que reunía cinco obras y me lo estoy pasando bomba leyendo. Hace tiempo que un tema desconocido para mi no me divertía tanto. Una magnífica recomendación. Gracias.
Oscar, te aseguro que yo tampoco soy cocinillas. Prefiero mil veces pasar un rato leyendo un libro de cocina que delante de los fogones. Es más, si cocino es porque mi familia tiene que comer, y ya puestos, prefiero comer bien que mal, aunque si alguien se ofrece a hacerlo por mí, acepto siempre encantada. Pero el de la comida, como otros placeres, abre muchas puertas: a la imaginación, a los sentidos... Me alegro de que lo estés pasando bien con M F K Fisher. Esta señora podría escribir acerca de cualquier cosa, y siempre sería buena literatura.
ResponderEliminar¡Muy interesante el tema de la literatura culinaria(que nunca había considerado)¡ Me ha gustado mucho el test que nos has puesto. Habrá que leer algo de este autor. Relacionado con los fogones me viene a la memoria la pelicula Julie&Julia con Meryl Streep. Saludos
ResponderEliminarPilar, yo no he visto esa película, pero me quedé con ganas de hacerlo. Será cuestión de buscarla en DVD. Si quieres introducirte en la literatura gastronómica, te recomiendo que empieces por M.F.K. Fisher, es una delicia.
ResponderEliminar