John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

miércoles, 6 de junio de 2012

MI BIBLIOTECA (II): DEVORADOR DE LIBROS

El invitado de esta segunda entrega de "Mi biblioteca" es Oscar, del blog Strange Library, un confeso devorador de libros, compulsivo comprador/lector. Desde su blog, Oscar nos deleita con sus largas, amenas y muy bien documentadas entradas sobre toda clase de autores, ante todo anglosajones. Y con una especial debilidad por la ficción fantástica. Seguro que hoy, en que hemos de lamentar la pérdida del gran Ray Bradbury, Oscar está rindiéndole homenaje.


El rincón de Bloomsbury
Si tengo que hablar de mi biblioteca como lugar físico (a veces uno puede caer en pensar en ese reservorio casi como algo pseudo-humano), tengo en cabeza la que actualmente uso y disfruto, que existe desde mi última mudanza hace un año y medio. En realidad ha tenido pocos cambios respecto de las dos anteriores (que en total se remontan a once-doce años atrás). Las estanterías y el sillón han ido emigrando con mi familia y conmigo y la repetición de la ordenación de los libros ha sido la norma.
Actualmente la división esencial (que durante muchos años fue la de “Ficción / No ficción”) es la de “Libros en inglés / Libros en español”. No es coincidencia que coloque en primer lugar el idioma extranjero porque es desde hace un par de años el que leo esencialmente. Pero durante muchos años no fue así y los libros en español siguen cuadruplicando a los extranjeros (y eso que estos crecen a ritmo desaforado). No obstante los libros extranjeros comienzan a infiltrarse como el topo de Le Carré entre las filas y estanterías de los nacionales.
Dentro de ambas categorías se subdividen en ficción y no ficción y luego por países. Dentro de cada país los autores más importantes (más representados) tienen su subsección. Solo en algunos casos un tema concreto está agrupado, reuniendo obras de varios autores (Sherlock Holmes, Tradición artúrica, Mitología, Bloomsbury, Tolkien...). Todo ese orden solo está lógicamente en mi cabeza y he de reconocer que sería capaz de localizar un libro cualquiera sin mirar las estanterías. Y he de decir que en contra de lo que fue mi costumbre (mi defecto) durante decenios, la poesía es una de las secciones que más ha crecido. El tamaño de las estanterías que cubren todas las paredes, excepto puerta y ventana y la inmensa mesa de trabajo que uso, hacen que para llegar a algunas de ellas  haya que pasar literalmente de perfil (estilo librería de viejo). Es por eso que las fotos que os ofrezco son todas sesgadas y no totalmente representativas de las estanterías (aseguro que no tengo ángulo para más, ni siquiera con un objetivo de 10 mm).
Los extranjeros

Obviamente (al menos obviamente para cualquiera que pase alguna vez por mi blog o me conozca personalmente) los grandes apartados (tanto en libros en español como en inglés) de mis estanterías son los autores británicos y americanos. Numéricamente es posible que los autores de los que más cantidad de libros tengo sean Virginia Woolf, Aldous Huxley, Vladimir Nabokov, Faulkner y Ernst Jünger. Cerca irían autores como Hemingway, Muriel Spark (la más reciente de las “grandes representadas”), Vonnegut, Steinbeck, Chesterton (la de años que me costó localizar casi todo Chesterton en español) y muchos otros. También algunos autores de ciencia ficción y fantasía tienen amplia representación (Bradbury, Philip K. Dick y Lovecraft sobre todo)
Soy comprador compulsivo, lector compulsivo y compulsivo hasta más allá del límite de una salud mental aceptable en casi todo, lo cual tiene sus aspectos negativos, pero también indudablemente positivos. Durante muchos años compré libros de ocasión como fuente principal de mis lecturas (hasta un 70% del total). Luego, la carencia de tiempo me hizo poder rebuscar menos y compraba más libro nuevo, aunque aún hago excursiones con amigos a otras provincias a comprar libros de segunda mano (en esta, la mía, la situación del libro de segunda mano es inexistente, después de ser solo penosa muchos años). Y desde hace dos años he de reconocer que compro fundamentalmente por Internet, aunque no dejo de visitar librerías una o dos veces por semana, comprando cosas sueltas y tomando ideas para pedir libros por Internet (que me resultan mucho más baratos, todo hay que decirlo).
Los nacionales
Conseguir tener una habitación solo para los libros (y otras aficiones como informática y fotografía) fue una de las mejoras que tuvo mi vida tras casarme y hoy me costaría mucho vivir sin un recinto dedicado exclusivamente a esto. Los libros han desbordado varias veces los límites de las estanterías (hechas a medida desde el suelo hasta prácticamente el techo) y ha habido desbordamientos (hacia las estanterías de la mini biblioteca de mi lugar de trabajo), ocultamientos (en dobles y triples filas de las que ya no puedo prescindir de ninguna manera), donaciones (he de reconocer que pocas, como buen compulsivo soy acaparador)...
Las lecturas las suelo hacer en el sillón de lectura que compré años atrás o a veces tumbado en el sofá. Nunca he leído en la cama (nunca he podido mantenerme en la cama estando despierto).
Y desde la biblioteca os escribo esto. Os deseo que cada cual tenga una biblioteca digna de su dueño.

24 comentarios:

  1. Bonita y ordenada bibliioteca. Aunque lo leo con un punto de tristeza porque ha sido comenzar a leer y enterarme aquí de la muerte de Ray Bradbury.

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    1. Bradbury tiene lugar destacado en mi biblioteca. Tengo todo, todito lo publicado en castellano, hasta donde llega mi conocimiento. Y bastante en inglés. Un pedazo de autor.

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  2. Un caos perfectamente organizado. Pero, ¿cómo no lees en la cama?? ¿Es que se puede leer en algún otro sitio??
    Saludos.

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    1. Estoy contigo, Inmaculada, para mí también es incomprensible que alguien pueda no leer en la cama. Pero, ya ves, cada cual con sus manías...

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    2. Si, lo se, es una depravación como otra cualquiera. Herodes mataba niños yo... no soy capaz de leer en la cama. Ya en serio, creo que la única vez que leo en la cama es cuando estoy en un hotel. Nunca en mi casa. Como digo, estar en la cama despierto (antes de dormirme o después de despertarme) me pone absolutamente de los nervios. Leo en sillón, sofá, tumbona de la playa, silla de bar... pero nunca en cama.

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  3. Una curiosidad organizativa Oscar y es que hay tantas maneras como lectores. La idea temática me ha parecido muy buena, aunque pueda desmontar las otras.
    Las filas de libros en horizontal me dan la impresión de una pared que vas a ir construyendo poco a poco para tapiar los del fondo. Yo directamente los oculto y saco a relucir a los primeros espadas.
    Los objetos que acompañan son un estupendo contrapunto al libro, pues en ocasiones me parece vislumbrar que lo complementan.
    Lo que me parece más curioso es eso de tener una habitación para los libros ("mi tesoro"), pues yo soy de la opinión que en familia han de estar en el mejor lugar, al alcance de todos y siempre visibles, que se sientan. Pero bueno, también se puede entender como el lugar cerrado y oculto que propicia mayor interés.En fin, que se me va la cabeza pensando que vivimos en castillos.
    Un placer ver tu rincón y adivinar tantas cosas.
    Saludos marcianos.

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    1. Si, yo soy en muchos aspectos muy solitario a ratos y familiar en otros. La habitación aislada para libros es en parte mi voluntad y en parte porque no creo que mi mujer dejara que en el salón se acumularan miles de libros (varios cientos pueden decorar, miles pueden apabullar). De hecho más de una vez se me ha recordado que "no me puedo salir de ese espacio restringido". Y lleva toda la razón.

      Los complementos se van acumulando en viajes y compras ocasionales ya muchos les tengo un cariño estupendo: la gárgola de la catedral de Praga, La taza con King Kong subiendo al Empire State o el Pinocho de la tienda Disney de Nueva York se alternan con las múltiples fotos familiares, de viajes y hasta una que me hice con Woody Allen... Son lo único que quité para las fotos.

      Me alegro de que te guste.

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  4. Me encanta este viaje a la intimidad de las bibliotecas, tan parecidas y diferentes como nosotros mismos. Oscar: yo he tapiado una puerta ( mi "estudio" tenía 2) para poner una estantería...ahora, pocos placeres como el de leer en la cama...
    Gracias por compartir tus libros con nosotros.

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    1. A puntito estuve de proponer tapiar una de las dos ventanas que tenía en mi primera biblioteca... espacio innecesario fuera, aprovechado para libros. Me acordaba de la biblioteca del protagonista de esa maravilla que es "Auto de Fe" de Elías Canetti, que vivía en una casa con cuatro habitaciones que eran las cuatro parte de la biblioteca, con ventanas totalmente tapiadas por libros.

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  5. Me ha encantado el recorrido y el amor que muestra Oscar por su biblioteca y por los libros que atesora en ella.

    ¿Se me escapo la primera entrada de esta sección?

    Besos!!

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    1. Laura, en efecto hay otra entrada anterior de esta serie (puedes encontrarla un poco más abajo en este mismo blog) y están previstas unas cuantas más. Confío en que te gusten lo suficiente como para seguirlas.

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  6. Qué bonita librería. Ya me da envidia, porque tengo muchas lagunas que no voy a poder llenar a corto plazo. Como llevo inmersa en una por momentos absurda autocompetición según la cual debo superar los 132 libros que leí el año pasado, siempre tengo esa duda con vosotros, grandes lectores: ¿lleváis la cuenta de los libros que leéis? Y si es así: ¿cuántos son en un año? Muchas gracias. Sonia.

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    1. Sonia, respondo a tu pregunta, perso sólo a título personal. Ya sabes que en la lectura cada cual tiene sus manías. Yo no concibo la idea de contar los libros que voy leyendo. Simplemente, para mí leer es como respirar, algo necesario y que hago todos los días. Leo mucho también por requerimiento profesional (y esa lectura no es siempre placentera, ¡ay!), y supongo que ésas sí se podrían contar, pero ni siquiera en ese caso lo hago. Sé que al cabo del año son muchos libros, seguro, pero me resisto a numerarlos. Prefiero simplemente recordar los que me gustaron y condenar el resto al olvido.

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  7. Óscar, te mereces un pedestal. Que alguien tenga en su biblioteca personal secciones dedicadas a la tradición artúrica o al círculo de Bloomsbury haría enrojecer a más de una biblioteca municipal o universitaria.

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  8. Me encanta esta sección.

    Yo tengo un caos organizado. Es decir, sé donde están los libros gracias a mi memoria fotográfica.

    Sonia 7, yo si cuento los libros que voy leyendo pero por mera curiosidad, me da igual leer 60 que 45, depende del año y las circunstancias. No leo por competición, es como dice Elena como respirar...si no lo hago me muero.

    Y por supuesto...¡leer en la cama!!...es más, si no leo no puedo dormir.

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  9. Que maravilla de biblioteca Óscar... y que cotilla soy que estaba intentando leerme los títulos. Pero no se podía esperar menos de ti!

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    1. ¿Has visto que están ahí los cinco volúmenes de Penguin de Virginia Woolf cuyas portadas recomendaste? Para que veas que os hago caso...

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  10. ¿pero cómo que no lees en la cama????
    me ha gustado tu manera de ordenar: ficción/no ficción...para una desordenada compulsiva como yo, sería fácil tratar de hacer lo mismo, porque mis libros están en un caos organizado. Y con mis hijos en edad de prestar los libros, luego no los encuentro porque los muy sinvergüenzas los prestan y ni permiso me piden. Esas han sido mis últimas batallas con ellos.

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    1. JA, ja, me voy a tener que replantear lo de la cama. Yo creía que iba a quedar como raro por la cantidad de libros o su ordenación, pero veo que aun hago cosas más raras como no leer en la cama...
      Saludos.

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    2. Sí, Oscar, como ves lo de no leer en la cama es una rareza mayor aún que la de ser bibliómano. ¡Con lo cómodo que es!

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  11. Me pasa algo similar,...desde que me casé el amor por los libros ha crecido y su espacio también...pero de momento, y tras una mudanza (y otra que se me avecina), aún no dispongo de una habitación biblioteca...de momento ellos se disgregan por toda la casa, expanden sus alas por entre las escaleras, el suelo del salón, las estanterías y algún rincón de las habitaciones y pasillos...No tengo tantos libros como veo el la foto, pero...vendrán más...al igual que tendré que dejar algunos. Hace poco me contaba una librera que vive por el Rastro de Madrid, que ella a pesar de amar los libros, también los deja marchar y de cuando en cuando, baja una bolsa y los deja en la calle...al poco no están.
    Me ha gustado mucho eso de agrupar los libros...no sé sí es como está hecho, pero visitar Bloomsbury en un rincón de la casa, y de la estantería, debe ser como viajar de nuevo...puede que imite está idea en el futuro. Tengo que pensarlo.
    Desde luego Oscar este año es sinónimo de Bloomsbury...de algún modo creo que cuando visito su blog, viajo allí.

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  12. Hola! a propósito de esta entrada..., alguien sabe algo de Óscar, de Strange Library? Gracias,
    Fernanda

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    1. Fernanda, hace meses que no sé nada de Oscar. Me extraña una desaparición tan completa. Además, echo de menos sus entradas, siempre tan amenas e informativas, y sus comentarios. Si alguien tienen noticia de él, a mí también me gustaría saber qué es de su vida.
      Saludos.

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