Tal que así podría ser el pueblo de la señorita Buncle |
Estoy inmersa estos días en la lectura, enormemente placentera, de El libro de la señorita Buncle, de D.E. Stevenson -ese plural casi no es necesario, porque se devora en un santiamén-, una obra que recomiendo calurosamente. No es mi intención hacerle una reseña, pero quien esté interesado en saber más sobre ella puede acudir a este blog, donde encontrará toda la información necesaria, muy bien explicada. El aspecto que me ha llamado la atención en este caso -ya digo, dejando aparte lo amena y deliciosa que es- ha sido la técnica de la novela dentro de la novela. Siempre me ha gustado ese rizar el rizo de la ficción, esa especie de cajas chinas en que se le pide al lector que suspenda su incredulidad por partida doble. No es un recurso nuevo, desde luego, aunque en este caso la autora le da un tratamiento original: el libro al que alude el título refleja, con leves y bastante transparentes cambios de nombres, a los habitantes del pueblo de la señorita Buncle y son sus reacciones al verse así retratados las que conforman la trama de la novela. O sea, que la novela dentro de la novela es el desencadenante del conflicto que da lugar a la propia novela. Dicho así, un bonito galimatías.
He estado haciendo memoria de otras obras que recurren a artimañas similares pero, si bien soy capaz de recordar unas cuantas que utilizan una novela dentro de la novela, el uso que D. E. Stevenson hace de ella es bastante original. (Conste que lo digo con cierta cautela, consciente de que es muy posible que alguno de mis lectores salga con uno o varios ejemplos que desmientan esta afirmación.) Veamos: lo primero que me viene a la mente, cómo no, es el Quijote. Pero los relatos que Cervantes inserta en su novela no pasan de ser meras digresiones, que no tienen nada que ver con el desarrollo de la trama principal. Tienen una función similar a las de los entremeses o jácaras que se intercalaban en las funciones de teatro en el Siglo de Oro, que distraían al público durante el entreacto. Otro caso es el del Tristram Shandy de Laurence Sterne, donde la novela -la pretendida autobiografía de Shandy- se convierte en una excusa para narrar toda una serie de historias que acaban por casi devorar la historia principal.
Grabado de George Cruikshank para Tristram Shandy |
Pasando a nuestros días, el ejemplo más claro de utilización de novela dentro de la novela -si descontamos, por supuesto, el Misery de Stephen King- lo tenemos en Paul Auster, conocido por su afición a todo lo que sea metaficcional. Véase como muestra La noche del oráculo, donde asistimos casi en paralelo a la historia de un escritor que escribe una novela y a la propia novela que éste va escribiendo. Y así, saltando de uno a otro, llegamos a uno de mis relatos favoritos, donde también se hace uso de la ficción dentro de la ficción, Continuidad de los parques, de Julio Cortázar. El autor argentino logra aquí engarzar con tal habilidad ambas ficciones que, al final, acaban encontrándose. Si no lo conocen, léanlo, no les llevará más de dos minutos. Y verán como a veces la ficción se hace realidad. Aunque sea dentro de la propia ficción.
¡Gracias, Elena, por poner el enlace de mi biblioteca! 'El libro de la señorita Buncle' es realmente una delicia. A mí también me gustan mucho las novelas que tienen dentro una novela que a su vez tienen otra novela dentro. Bonito galimatías, en efecto.
ResponderEliminarAbrazos.
Me encantó El libro de la Señorita Buncle, con él descubrí a D.E. Stevenson y me hice adicta a sus novelas. Mi favorito es precisamente el del libro y es genial la manera en la que narra el ataque de la euforia creativa, porque es exactamente así. Los personajes te toman de rehén y no te dejan casi ni respirar hasta que no han exprimido la última gota de su historia. Es increíble y maravilloso.
ResponderEliminarOs dejo el link de un microrrelato que me han premiado (me enteré ayer y estoy que aún no me lo creo). No es Miss Buncle pero espero que os guste.
http://anoldgrumpandabeautifulperson.blogspot.com.es/2012/06/la-voluntad.html
Felicidades por el premio, Niágara, y ¡adelante!
Eliminar¡La bibliotecaria también me ha recomendado vivamente ese libro, y ahí está, a la espera! Me gustaría apuntar que el "bonito galimatías" en el 'Quijote' no se debe sólo a las novelas intercaladas. La estructura del 'Quijote' en el nivel de la "metaficción" literaria es espectacular: para empezar, se trata de una "traducción" de un libro escrito por un historiador llamado Cide Hamete Benengeli y se hace referencia a otros textos en los que se basa la historia (Anales de La Mancha, por ejemplo)que el transcriptor va copiando según le parece; y, también, se alude a otro libro, lleno de "mentiras", que escribió Avellaneda... y que es real. La imbricación vida-literatura es tan fuerte en el 'Quijote' que toda la historia se basa en la vida de un hombre que creyó que la literatura era la vida. La literatura no se agota en el Quijote, claro, pero a cada cual lo suyo.
ResponderEliminarSaludos luciérnagos.
Ciertamente, Jose, el Quijote es una maravilla en cuanto a estructura (y no sólo en eso, claro). De hecho, lo que hace Cerventes es emplear con mucha inteligencia un recurso muy manido, el del "manuscrito encontrado", muy propio de los textos bizantinos y medievales, y que después recuperaría la novela histórica, hasta nuestros días. Por motivos que no vienen al caso, estuve investigando hace poco este recurso en las novelas de Walter Scott, que le saca mucho partido. A ver si un día me animo a hacer un post sobre ello.
EliminarNo he leído este libro pero me lo apunto ahora mismo. Me gusta la metaliteratura en la que Unamuno habla con su personaje explicándole que es su creador, y me gustan los libros dentro de los libros.
ResponderEliminarRespecto a esto último descubrí hace no demasiado tiempo La mano de la buena fortuna (está en mi blog reseñado), sobre lectores que entran en libros, autores amantes de las letras. Y encontrarse en el mismo párrafo, de la misma página del mismo libro... Si te gustan estas temáticas te lo recomiendo.
Besos
Agradezco tu comentario y tu recomendación. Por lo que cuentas del libro en tu blog, suena como el tipo de obra perfecta para maníacos lectores como yo. Tomo buena nota de ella.
EliminarMaravilloso libro, éste de D.E. Stevenson; la señorita Buncle y todo me ese vecindario tan genuinamente británico,me hace recordar no sólo 'Cranford', sino muchas otras obra de autores ingleses que recrean tan bien ese delicioso ambiente de la vida rural inglesa de los primeras décadas del siglo XX. Podría citar montones, porque, afortunadamente, los hay, pero lo gracioso es que me he visto transportada al verano de mis 12 años cuando descubrí los libros de Agatha Christie que había en mi casa y me los leí enteritos; entre todos ellos, los que más me gustaban eran los que la autora situaba en pueblos pequeñitos, con vecinas fisgonas y vicarios típicos, con doncellas que servian el té y jardines que se comunicaban; en fin, libros fáciles pero no por ellos menos valiosos, que hicieron las delicias de aquel lejano verano mío. Sabe alguien de algún otro libro de esta autora traducido al castellano??? NO soy de los afortunados que podéis leer en el idioma original de la autora, ¡por desgracia! Saludos.
ResponderEliminarPor lo que he podido averiguar, no hay de momento ningún otro libro de esta autora en español. Pero confío en que, visto el éxito de éste, los editores se animen a traducirla. ¡Habrá que tener un poco de paciencia!
EliminarLa tengo en casa esperando su turno, pero despúes de tantos halagos estoy deseando hincarle el diente. El tema de los libros dentro de los propios libros es una de las herramientas que más me gustan. Ahora mismo me viene a la mente Posesión, de AS Byatt, que me llevó a creer en la veracidad del autor. Saludos.
ResponderEliminarAl leerte me ha venido a la cabeza –deformación profesional, sin duda- un fenómeno que se da muy poco, pero que cuando se da siempre es muy singular: arquitectura dentro de arquitectura. Suele pasar en iglesias, donde alguna capilla acaba siendo un auténtico templete: un espacio cerrado gigante que aloja una construcción más pequeña y completamente autónoma … el efecto es singular. El relato de Cortázar, muy bueno.
ResponderEliminarxG
Me ha gustado esa comparación con la arquitectura. Haciendo memoria, sí que recuerdo haber visto algún caso, siempre curioso.
EliminarEstá muy anotado en la moleskine-lista-libros...desde que la vi en Persephone Bookshop en inglés, y me dije...¡¡ójala lo tradujesen!!
ResponderEliminarBonita entrada, saludos!!
Bueno, soy LM, perdonad la intrusión del editor. Muchas gracias, Elena, y muchas gracias a todos por los comentarios. Leyendo esta novela se me ocurrió una idea perversa: ¿y si la metaliteratura no fuera en realidad más que un subgénero de la «comedy of manners»? Es más... ¿y si nunca tuviera que haber salido de ahí? :-))
ResponderEliminarInteresante posibilidad esta que apuntas, querido editor. Adicta como soy a la "comedy of manners", por mí se podría quedar ahí... Por cierto, ya que estamos ¿hay en perspectiva algún libro más de la señora Stevenson?
EliminarPerspectivas.. ¡todas! Si los lectores responden tan bien como los que aquí se juntan, sin duda pronto podríamos tener «La señorita Buncle se casa». Otra cosa. Me han hablado hoy de una novela de Mario Levrero titulada «Dejen todo en mis manos» que trata de un escritor al que un editor le encarga descubrir la identidad de un autor anónimo («Juan Pérez») que le ha enviado una novela. El escritor se traslada al pueblo de «Juan Pérez» e inicia sus pesquisas... (LM)
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