El británico "Save Our Libraries Day" ha tenido mucho eco. Ya quisiera yo que en España la gente se movilizase de este modo por un tema así (lo veo difícil, me temo). Como pequeña aportación a esta loable campaña, recojo aquí por un lado uno de los divertidos posters de Phil Bradley, que ha recurrido con mucho ingenio a las imágenes de la propaganda bélica, y un fragmento de la entrada del blog Juxtabook:
"Es difícil oponerse a salvar las bibliotecas. Las usan los estudiantes y los niños, los que tienen trabajo y los parados, los ancianos e incluso los inválidos, siempre que exista servicio a domicilio. Son un lugar para hacer los deberes, leer el periódico, usar internet. Un lugar para las reuniones del club de lectura de los adultos y la hora del cuento de los niños. De ellas he tomado prestados libros para mí, libros para mis niños, libros para mis trabajos de la universidad y libros para mi negocio. He leído periódicos antiguos, he consultado viejos mapas y he buscado en números atrasados de revistas para consumidores qué sillita de coche para niños era la más segura. Cuesta pensar en un área de la vida que no tenga relación con las bibliotecas. Son la base de las artes, las ciencias, la historia local, la educación, los asuntos sociales, y mucho más. Y, al contrario de muchas otras cosas que se obtienen gratis, raramente se hace mal uso de ellas y son realmente igualitarias. Las bibliotecas son constructivas. Funcionan."
Funcionan, vaya si funcionan. Desde la pequeña biblioteca de mi barrio -un ruego a los que administran estas cosas: decídanse a abrirla todos los días, mañana y tarde; darán trabajo a los bibliotecarios y una alegría a los lectores- hasta las magníficas instalaciones y servicios de la Biblioteca de Catalunya, son un equipamiento muy utilizado y sumamente apreciado por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Y los que no las usan aún es porque no las conocen, seguro. Ahora que se acercan las elecciones municipales y que el fantasma de los recortes se cierne también sobre nosotros: es preciso convencer a los políticos de que un buen servicio de bibliotecas les da votos. Quizás así se lo piensen dos veces antes de emplear la tijera.
Completamente de acuerdo. La biblioteca de mi barrio me ha acompañado desde que era un criaja y me llevaba a casa Peter Pan; entonces creía que era un lugar misterioso, siempre en silencio y lleno de algo que no me podía explicar. Desafortunadamente, a los políticos lo que les interesa es que seamos cada vez más tontos y eso de potenciar la lectura para crear ciudadanos críticos... me parece que no.
ResponderEliminar¿No te sientes afortunada cuando recorres sus pasillos y te das cuenta del inmenso tesoro que hay al alcance de tu mano?
P.D. Acabo de aterrizar en el mundo blooger (http://latortugartificial.blogspot.com) y creo que visitaré el tuyo con frecuencia.
Muy de acuerdo, para mi han sido siempre importantes... incluso tengo amistades de biblioteca/archivo, con las que casi siempre hablo en voz baja...
ResponderEliminarUn abrazo y salvemos las bibliotecas.
Ahora mismo estoy opositando para entrar en una biblioteca. Siempre me ha parecido que hacen un gran servicio para todos: no sólo prestar libros, organizan actividades, inician a los niños en el mundo de los libros... La pena es que esto lo saben los usuarios y poco más: el año pasado hice una presentación de esto en clase de francés y la mayoria no tenían ni idea de que una biblioteca hacía algo más que prestar libros. Espero que aquel día lo descubrieran y se animaran a utilizarlo.
ResponderEliminarBesos
Bienvenida a la blogosfera, Mar, y gracias por visitar mi blog. Espero seguir viéndote por aquí. Las horas pasadas en bibliotecas se cuentan entre las más gratas de mi vida.
ResponderEliminarLaura,yo también he hecho encuentros inesperados en bibliotecas (y me refiero tanto a personas como a libros).
littleEmily, mucha suerte con tus oposiciones. Espero que consigas la plaza, estoy segura de que serás una bibliotecaria buenísima y entusiasta. Y sí, hay que difundir más la estupenda labor de las bibliotecas.
Me enteré de la campaña (y los motivos para hacerla) hace unos días y me pareció una gran iniciativa. Espero que consigan algo.
ResponderEliminarLo que no había visto eran los pósters de P. Bradley y me han parecido geniales.
Cristina, yo también encuentro geniales esos pósters de Phil Bradley. Alguien debería hacer algo parecido aquí tomando como base los estupendos carteles de la Guerra Civil. Recuerdo que vi una exposición hace un tiempo en el Museo de Montserrat (donde tienen una colección muy importante de este material) y los había realmente impactantes. ¡Perfectos para promocionar la lectura y las bibliotecas!
ResponderEliminar