John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

lunes, 26 de septiembre de 2011

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

La Primera Guerra Mundial., calificada por sus contemporáneos como "guerra para acabar con todas las guerras",  no sólo segó las vidas de millones de personas y transformó la geopolítica y la economía del mundo occidental, sino que sembró las semillas de otras muchas convulsiones que dejarían una dramática estela de muerte y destrucción: la revolución rusa, la revolución alemana de 1918-1919 y, finalmente, la Segunda Guerra Mundial. La literatura y la historiografía que se han derivado de esta última -ingentes- han eclipsado a menudo a la Gran Guerra en el interés de los lectores. Sin embargo, las peculiares características de esta contienda -la guerra de trincheras en especial- la hacen única y merecedora de mayor atención. Para quien se interese por los aspectos históricos y militares, un buen punto de partida podría ser La Gran Guerra, de John H. Morrow. Pero para una inmersión en lo que fue el día a día de los soldados de a pie, esos que permanecieron meses viviendo entre el barro, las ratas y los cadáveres de sus compañeros, apenas cubiertos por una capa de tierra, el que quiera comprender cómo el horror y el miedo se convierten en algo cotidiano, el que quiera leer una auténtica "novela de guerra", hará bien en tomar Sin novedad en el frente, de Erich Maria Remarque. Añadiré sólo una curiosidad: a pesar de la inmediatez y sensación de veracidad que transmiten sus páginas, en realidad Remarque sólo estuvo en el frente unas semanas, pues resultó herido por una granada y pasó el resto de la guerra en el hospital. En 1920 -igual que el protagonista de su novela El regreso- Remarque obtuvo el puesto de maestro de escuela en una pequeña localidad del norte de Alemania, Lohne. Allí conoció a August Perk, un cerrajero que, enrolado en el Ejército a los 17 años, había combatido durante toda la guerra, en el frente francés y en el ruso. Al parecer, muchas de las vivencias que Remarque retrata en su novela proceden de las experiencias que August le relató. Algunos recordarán también la adaptación cinematográfica llevada a cabo por Lewis Milestone en 1930. La visión crítica y desesperanzada que da Remarque de la guerra y de los valores que la sustentan molestó a muchos: el estreno de la película en Berlín fue boicoteado por el entonces Gauleiter del NSDAP, Joseph Goebbels y sus muchachos, hasta el punto de que su proyección debió interrumpirse durante unos meses y por fin se autorizó sólo para "personas y círculos restringidos". Ni que decir tiene que, en cuanto los nazis subieron al poder, la obra fue prohibida, y fue uno de los primeros libros que ardieron en las quemas de libros de 1933.


5 comentarios:

  1. Hablando de guerra... supongo que ya sabes que Downton Abbey ya ha vuelto, ¿verdad? :)

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  2. Sí, es una muy buena noticia. Pero, ¿existe con subtítulos en castellano? (no me atrevo a pedir que doblada, supongo que eso tardará aún). No es por mí, pero en casa hay gente que no domina el inglés.

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  3. Primero, si que la hay con subtítulos en español...

    Segundo: Lo de la "Guerra para acabr con todas las guerras" es la misma milonga de la "Guerra preventiva" o la "Guerra por la Paz" si es que nos venden siempre el mismo aspirador "escacharrao".

    La guerra de trincheras me ha interesado mucho desde hace muchos años por diversos motivos y este libro me encanta. Siempre me permito recomendar otro de mis preferidos acerca dela primera guerra mundial y las trincheras, en este caso una experiencia de primerísima mano: "Las tempestades de acero" de Ernst Jünger.

    No me extraña que los nazis la prohibieran/quemaran (la de Remarque), eran malos, pero no tontos...sabían ver una potencial amenaza.

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  4. Comento un poco tarde. Pero he visto la pelicula de Lewis Milestone este fin de semana y me ha dejado impresionada. Comprendes el verdadero sentido de la Guerra.Saludos

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  5. Pilar, impresiona, sí. Tanto la película como la novela.

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