John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

martes, 1 de mayo de 2012

WANDERLUST

El inicio del buen tiempo, el estallido de la primavera en árboles y veredas, traen consigo aires de "Wanderlust". Es esta una palabra alemana -aunque adoptada también por el inglés desde 1902- compuesta de dos vocablos: el verbo wandern, pasear, hacer camino, y el sustantivo Lust, deseo. Wanderlust es pues ese deseo irrefrenable de lanzarse a los caminos, de ver el mundo y de experimentarlo. Debo aclarar ante todo, para los anglófonos, que la acepción inglesa de la palabra tiene un matiz algo distinto que la alemana original. Si para los ingleses wanderlust indica el deseo de conocer otros parajes distintos de los familiares, un deseo de aventura exótica en suma, su versión alemana está más ligada al concepto de vagabundeo y va estrechamente unida a una tradición con raíces medievales, la de los aprendices. Según las estrictas normas de los gremios que gobernaron la artesanía y la primitiva industria europea, para aprender un oficio era preciso permanecer un determinado número de años como aprendiz de un maestro. Durante este tiempo, el aprendiz no cobraba y vivía en casa del maestro. Una vez transcurrido el tiempo requerido y superadas las pruebas, los jóvenes no podían establecerse aún por su cuenta, sino que debían adquirir experiencia trabajando para otros. Muchos optaban por convertirse en trabajadores itinerantes, y de este modo se consolidó una tradición que se mantuvo viva durante varios siglos. Estos "años de peregrinaje" se regían por una serie de reglas; entre otras, ser soltero y sin deudas, no poseer ningún medio de locomoción propio, no aproximarse a menos de 50 km del lugar de partida, así como guardar buen comportamiento. Estos jóvenes itinerantes adoptaron una vestimenta peculiar y a partir de cierto momento se impuso que llevasen consigo un libro que debían sellarles en las localidades que visitaban. Aunque esta tradición declinó a partir de principios del siglo XX, ha dejado su huella. Los románticos en especial convirtieron este modo de vida en una especie de ideal: jóvenes, sin ataduras, en contacto con la naturaleza... Goethe los retrató en su novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, George Sand escribió también un libro sobre la versión francesa de estos peregrinos, Le Compagnon du Tour de France.


El Wanderlust aparece también en un conocido poema de Wilhelm Müller, que se hizo aún más famoso gracias a que Franz Schubert le puso música y lo convirtió en uno de los ciclos de lieder más representados en todo el mundo, Die schöne Müllerin (La bella molinera). Hoy en día, la canción "Das wandern ist des Müllers Lust", primera del ciclo, forma parte del folclore y es frecuente cantarla en las excursiones. En el siglo XX, con la industrialización y las guerras mundiales, la tradición se perdió, aunque en zonas rurales, sobre todo, quedaron restos de ella. Así, cuando a principios de los años treinta Patrick Leigh Fermor emprendió su viaje a pie por Europa -que tan magistralmente relata en El tiempo de los regalos- descubrió que persistía la norma de proporcionar cobijo y alimento a estos jóvenes peregrinos, que solían llevar un bastón peculiar (él mismo se hizo con uno, que luego le robaron). Modernamente, ha habido algunos intentos -más folclóricos que otra cosa- de resucitar esta tradición. Una manera de ver mundo, desde luego.
A mí, aunque no soy joven, ni aprendiz, estos hermosos días de mayo también me provocan un ataque de Wanderlust. Será cuestión de calzarme unas botas y comenzar a cantar "Das wandern, das wandern...".

Modernos peregrinos.
Aquí se puede ver el bastón.

12 comentarios:

  1. A día de hoy todavía se pueden encontrar "aprendices vagabundos" y "Zimmerleute" en Alemania, aunque sea infrecuente, sin duda. Yo misma me crucé con uno por la calle en Mannheim hace algún tiempo.

    Una entrada estupenda, como siempre.

    Y buen vagabundeo!

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    1. ¡Qué curioso! Me hubiera gustado ver uno de estos modernos vagabundos. Es cierto que entre los carpinteros, "Zimmerleute", la costumbre fue más arraigada que en otros oficios y se mantuvo durante más tiempo.
      Estoy aún esperando el momento propicio para lanzarme a los caminos, pero pronto llegará...

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  2. Pues va a ser eso lo que tengo, Wanderlust, porque tengo dos pares de botas/zapatillas nuevas de trekking que estoy deseando estrenar para irme a perderme por Sierra Morena (espero luego encontrarme).
    Una tradición excepcional y estupendamente narrada. Se la contaré a mis amigos "Hikers" mientras caminamos la próxima vez.

    Por cierot, me permito añadir otra colección musical esencial en las canciones "del viajero". Los "Lieder eines fahrenden Gesellen" (Canciones del viajero o del errabundo), de Gustav Mahler (aqui hago una reverencia, no solo de Hemingways vive el hombre). Y si me lo canta Christine Schäffer, ya me va a dar algo:

    http://www.youtube.com/watch?v=5sDaORaqQwg

    Saludos.

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    1. En efecto, Oscar, esas canciones de Mahler son deudoras también de la tradición de esos jóvenes aprendices viajeros. Si me pongo a buscar, estoy segura que daría con muchas más obras literarias y musicales influidas por ellos. Preciosa la interpretación de Christine Schäffer.
      ¡Que disfrutes de las excursiones por Sierra Morena! No olvides antes aprenderte la canción... "No hay nada como "das wandern".

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  3. Como en tantas cosas, me quedo con la acepción inglesa de wanderlust :)

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  4. De la misma familia también puedes encontrar la palabra alemana "Wanderjahr" que creo que viene a ser el viaje itinerante que hace ese aprendiz hasta convertirse ya al final en maestro.

    PD. Esto lo aprendí viendo por la tele L.A. Ink. porque un alemán se tatuaba esta palabrita en su baja espalda. Para que digan que no se aprende viendo la caja tonta ja,ja.

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  5. Te he premiado con el Liebster blog award. No sé si sabes cómo funciona, pero espero que te guste.
    http://www.anoldgrumpandabeautifulperson.blogspot.com.es/2012/05/liebster-blog-award.html

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    1. Muchas gracias, Elarien. Sin embargo, tu enlace no me conduce a nada. ¿Habrá algún error?

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  6. Gracias por descubrirme esta palabra que resume tanto en tan poco. Creo que todos tenemos ese deso de encaminarse al mundo, aunque lo limitemos a lo cercano. Saludos

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    1. De nada, Pilar. No hay nada como abrirse al mundo para descubrirse a uno mismo.

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  7. ... a veces las coincidencias son bastante curiosas: me he terminado el libro de Leigh Fermor hace nada! Y menuda historia etimológico-histórica, superinteresante.

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    1. ¡Pues espero que el libro de Leigh Fermor te haya gustado mucho!

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