John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

viernes, 22 de junio de 2012

LIBROS QUE (ME) HACEN REÍR


Visto que la situación política y económica no sólo no lleva camino de mejorar, sino que cada día resulta más agobiante, algo habrá que hacer para no dejarse arrastrar por esta marea negra. Al fin y al cabo, luce el sol (mucho, incluso), estamos en esos larguísimos días del solsticio de verano, e incluso en la ciudad tengo desde hace unos días el placer de oír los trinos de los pájaros, entre ellos los bellísimos cantos de un petirrojo. (Conste que no he llegado a verlo, pero youtube me ratificó en que esos sonidos eran en efecto de este ave. Es un misterio lo que hacía entre tanto asfalto.) Unido a esto, ¿qué mejor antídoto contra la depresión ambiental que un buen libro? A ser posible, uno que sea divertido. Así que me he puesto a recordar los libros que me han hecho reír. Pero reír de verdad, a carcajadas incontenibles, de esas que hace que tu familia o vecinos de tren o autobús -estos últimos casos son los que más embarazo producen- te miren asombrados. Aquí va pues una lista de los libros que me hacen reír. Soy consciente de que hay que subrayar el pronombre personal: me hacen reír a mí, lo que no quiere decir que a todo el mundo le vayan a hacer la misma gracia. El sentido del humor es algo muy personal y, como se puede constatar fácilmente, no muy bien repartido.


Richmal Crompton, Las aventuras de Guillermo Brown-Cualquiera de los numerosos títulos que componen esta añeja serie de novelas sobre un terrible niño inglés y sus igualmente incorregibles amigos, conocidos con el sobrenombre de "Los proscritos", es capaz de hacerme soltar la carcajada no una, sino varias veces. Era así cuando los leí y releí por primera vez, en mi infancia, y siguen manteniendo la misma magia. Doy fe porque he hecho la prueba: hace poco, haciendo orden en unas estanterías, no pude contener el impulso de abrir uno de los volúmenes y empezar a leer. Las carcjadas atrajeron primero al gato y sucesivamente al resto de la familia, que no entendían qué ocurría.

John Kennedy Toole, La conjura de los necios-Ya hablé de este libro en un post anterior. Un clásico imprescindible. Baste decir que, cuando quiero animarme, releo la carta que Ignatius envía al Sr. Abelman. Sencillamente desternillante.

Lord Emsworth y su cerda premiada
P.G. Wodehouse, Ola de crímenes en el castillo de Blandings-De nuevo un autor del que podría recomendar casi cualquier cosa como lectura hilarante. Pero esta narración contiene todos los ingredientes del mejor Wodehouse: Jeeves, Bertie Wooster, Lord Emsworth e incluso sus cerdos premiados. Una mezcla irresistible.

David Lodge, Intercambios-La primera de sus novelas "de campus", donde Lodge demuestra, una vez más, que el mundo académico -que tan en serio suele tomarse a sí mismo- puede ser una fuente de hilaridad incontenible. Inefable el personaje de Morris Zapp, con el que el autor (o sus lectores) se encariñó tanto que lo recuperó en novelas posteriores.

Ilustración de Nicholas Bentley para Antrobus
(via Strange Library)

Lawrence Durrell, Antrobus-También hablé en otra ocasión de este libro, que es probablemente lo que más me gusta de Durrell, junto con sus libros de viajes. (Lo siento, no soy tan fan de su Cuarteto de Alejandría ni del Quinteto de Aviñón, aunque todo el mundo los considera más "literarios". Sea lo que sea eso.) Las tribulaciones de dos solteronas británicas que deciden publicar un periódico en inglés en un país balcánico son, entre otros episodios, tronchantes.

Sí, ya lo han visto, resulta que todos los autores que he citado son aglosajones. No es que la literatura de otras nacinalidades no tenga sus escritores humorísticos. Sin ir más lejos, me gustan mucho algunos autores del siglo XX español como Fernández Flórez o Jardiel Poncela. Pero, aunque en ocasiones hayan logrado arrancarme alguna carcajada, por lo general la cosa se queda en sonrisa, o en simple regocijo intelectual.
La risa es la mejor terapia. Para casi todo.

11 comentarios:

  1. Algunos de Mendoza (si me dan a elegir, La aventura del tocador de señoras), de Camilleri (La ópera de Vigáta), Poncela, Mihura... Hay muchos. Y sobre todo, el Quijote. Tantos libros como hacen reír, y qué poca atención se suele prestar a ese aspecto de la literatura.

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  2. Me apunto, con Miguel, a las risas (carcajadas) con el 'Quijote', y con Elena, al listado variopinto, desde Sharpe a Quevedo y los sonetistas del XVII (es que me mondo con ellos, ¡sobre todo cuando se ponen muy serios!), desde Wolfe a las astracanadas, y desde Chesterton a los Mihura y Jardiel Poncela. Tendré la risa fácil...

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  3. No conozco Antrobus pero creo que enseguida voy a entablar conocimiento con esa obra. Del hermano de Lawrence, Gerald Durrel, sí que me he leído todo lo que ha caído en mis manos, y en mi opinión "Mi familia y otros animales" es, probablemente, el libro con el que más me he reído (también su continuación de "Bichos y demás parientes" es hilarante. Otro genial es el de "Los Viejos Marineros" de Jorge Amado, por no hablar de los Papeles Póstumos del Club Pickwick, uno de mis favoritos: http://anoldgrumpandabeautifulperson.blogspot.com.es/2012/02/dickens-cumple-200-anos.html

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  4. Yo soy más básica...acabo de soltar "La verdad" y "Regimiento monstruoso" de Terry Pratchett, leídos de una sentada y con agujetas en abdominales y mandíbulas.

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  5. Muy buena selección. Añadiría alguno de Gerald Durrell (Mi Familia y Otros Animales p.e.).

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  6. Hola a todos. Pues yo me quedo con los autores patrios Jardiel y Mihura. Pero, para citar un libro realmente gracioso que no sea una comedia teatral, y que además es de un anglosajón como los de este artículo: "Tres hombres en un bote", de Jerome K. Jerome. Buenísimo. Con un sentido del humor irónico y desternillante que no suena para nada a anticuado, y eso que fue escrito hace más de un siglo.

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  7. Pues nada que discutir. Comparto todas y cada una de tus elecciones. He disfrutado y reído con todas. Añado: "Porterhouse Blue" (en español "Zafarrancho en Cambridge"), de Tom Sharpe y de Lodge me encanta "The British Museum is Falling Down".
    Y uno que para mi es indiscutible: "La guia del autoestopista galáctico" de Douglas Adams. Saludos.

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  8. Muchas gracias por todas vuestras sugerencias. Lo esencial es encontrar la manera de seguir riendo. A carcajadas, si es posible.

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  9. Es curioso lo del humor británico (Toole es la única excepción). En España, es casi sinónimo de calidad, de humor inteligente y elegante, y goza de un gran prestigio, y sin embargo, lo que se considera humor español es tan diferente...
    Suscribo la elección de Crompton, Toole y Woodehouse, y me apunto Intercambios y la de Durrell. Yo añadiría al soldado Shweijk, y una rusa: Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin, de Vladimir Voinóvich, un clásico contemporáneo.

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  10. Si a alguien le interesa, hoy en mi blog aparece una novela de humor de esas que, por no ser el autor conocido ni la editorial potente, están destinadas al olvido. Publicada hace ya unos años, no está nada mal: Almacándida.

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  11. Nada, son todos malísimos a excepción del Maricones del espacio.

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