Una página del manuscrito de Frankenstein |
Se acaba de inaugurar en la Bodleian Library de Oxford una exposición perfecta para mitómanos y para esos coleccionistas de autógrafos de los que hablaba hace poco. Lleva por título "Shelley's Ghost" y en ella se hace un recorrido por los manuscritos y objetos que se guardan en esta biblioteca -y en la New York Public Library, que colabora en esta exposición- tanto de Mary Shelley y su esposo Percy como de los padres de Mary, William Godwin y Mary Wollstonecraft, dos grandes figuras por derecho propio. Una familia llena de talento, pero perseguida por el escándalo y la tragedia. Mary Wollstonecraft, escritora y autora del revolucionario (para la época) tratado en pro de las mujeres "A Vindication of the Rights of Women" tuvo una hija fuera del matrimonio con Gilbert Imlay y se casó luego con el filósofo William Godwin, famoso por sus ideas contrarias a la Iglesia y el Estado. Mary murió al poco de dar a luz a su hija (la futura Mary Shelley), a quien Godwin educó en un estricto racionalismo. Percy Bysse Shelley fue uno de los discípulos de Godwin, pero la amistad entre ambo se acabó cuando, en 1814, Percy -que era un hombre casado- raptó a Mary Godwin, que por entonces contaba diecisiete años (luego se casarían y ella adoptaría el nombre de Mary Wollstonecraft Shelley), huyendo a Francia con ella y con su hermanastra Claire. En 1816, la esposa de Percy se suicidó y los dos amantes contrajeron matrimonio. Como en Inglaterra sus relaciones causaron el consiguiente revuelo, se trasladaron primero a Suiza, donde se harían amigos de Lord Byron (otro proscrito de la sociedad británica) y pasarían con este y con su médico, Polidori, un frío y lluvioso verano a orillas del lago Leman, el llamado "año sin verano", para trasladarse luego a Italia. Durante esos meses se gestó el relato que haría inmortal a Mary, Frankenstein. La exposición que ahora se abre incluye entre otros tesoros el manuscrito de esta obra, así como el cuaderno de notas de Shelley, una carta de Keats a Shelley, el diario de William Godwin y el catalejo que se supone llevaba consigo Shelley cuando en 1822 se ahogó en el golfo de La Spezia. Aquí se pueden ver algunas fotos de la exposición. La vida de Mary estuvo llena de pérdidas: además de una hija que nació muerta antes de contraer matrimonio con Shelley, tuvo otros tres hijos, dos de los cuales murieron muy pequeños, antes del accidente que le costó la vida a su marido. Entonces regresó a Inglaterra con el último de ellos, donde se ganaría la vida escribiendo y se esforzaría por publicar la obra de su difunto marido. Paralelamente a esta exposición se ha publicado un libro que lleva el mismo título y que disecciona los destinos de esta curiosa, brillante y tan desgraciada familia.
Elena, tengo esta noticia para mi blog, qué casualidad (la pondré en breve). No sé si sabes de la existencia de este Frankenstein: http://www.planetadelibros.com/frankenstein-libro-2838.html Es excepcional. Reúne en el volumen el texto original de Mary Shelley (encontrado precisamente en la Bodleian) y la versión que Percy editó (que es la canónica que todos conocemos). En la introducción y las notas, tanto del editor inglés como del traductor, se explican todas las particularidades que sufrieron ambos textos. Interesantísimo. Y la cubierta es fabulosa (menuda diferencia con el libro original publicado por la Bodleian). Una joya exquisita.
ResponderEliminarInteresantísimos documentos Elena que como dice la anterior comentarista están en esa magnífica edición de Frankenstein (tendré que volverme a comprar otro Frankenstein para degustarlo bien). Sobre los avatares de las pérdidas de seres queridos que tuvo Mary a lo largo de su vida, existe una preciosa película que supongo que conoceras: "Remando al viento", donde Gonzalo Suarez crea e imagina a partir de hechos históricos y legendarios. Te pongo el link de lo que escribí al respecto por si te interesa
ResponderEliminarhttp://elbuscadordetusitalas.blogspot.com/search/label/Gonzalo%20Su%C3%A1rez
Un abrazo.
Gran entrada y esa exposición debe de ser una joya. Quién pudiera hacer una escapadita...
ResponderEliminarLa verdad es que la vida de Shelley y el interés que despierta siempre me ha parecido que solo se ve ensombrecida por lo mucho que sabemos que fue manipulada dicha vida tras su muerte. Por sus (supuestos) amigos como Trelawny, por su entonces esposa, Mary Shelley. Siempre me quedo con dudas en este escritor que tanto me fascina. Aparte de la historia de su cadaver y su corazón guardado en un libro por Mary tras su muerte, un hecho que siempre me ha llamado la atención ha sido que se diga que "raptó" a Mary . Recurrentemente se refiere asi en todos lados, pero conociendo lo que conozco de Shelley, siempre me ha parecido que simplemente se fugaron. Se que es una distinción que puede parecer una tontería, pero no me cabe en la cabeza dicho rapto. Gracias Elena por indicarme otro destino al que si pudiera me escaparaía ahora mismo (bueno, si pudiera y si los controladores aereos y la nieve lo permitieran). Y gracias a la Bibliotecaria de Redfield Hall por la referencia a esa edición que mañana mismo me voy a agenciar....
ResponderEliminarMi estimada bibliotecaria, gracias por indicarme esa edición. Será interesante comparar ambas versiones.
ResponderEliminarCralos, es curioso, pero no he visto la película de Gonzalo Suárez. Me ha gustado el fragmento que has incluido en tu post. En general, tengo la impresión de que en torno a la historia de todos estos personajes hay mucho de leyenda y mitomanía (en parte propiciado por ellos mismos). Difícil separar la cierto de lo inventado.
Cristina, sí a mí también me encantaría poder ver esa exposición en la Bodleian. Estuve en Oxford muy brevemente (por trabajo) hace muchos años, y me encantaría volver.
Oscar, me gusta que menciones a Trelawny, qué personaje más fascinante. Leí hace poco unos fragmentos de sus memorias y -a pesar que sé que hay mucho de inventado- me encantó lo que cuenta y cómo lo cuenta. Será cosa de dedicarle una entrada uno de estos días. Y me alegro también de no haber caído en la tentación de coger un billete de avión a algún lugar para este puente ;)
Me estoy repasando "Remando al viento", el comentario de Carlos me ha hecho recordar que hace años que no la veo...
ResponderEliminarLa verdad es que es una maravilla. Además Hugh Grant aun no tenía ese Sindrome de la Tourette que le obligaba a hacer tics faciales continuos :-)
Después leere también el artículo de Carlos. También yo tengo las memorias de Trelawny ahi, compradas y aparcadas. Me las pongo encima de la mesa (paso sine qua non para ser leidos). Dios mio, se me acumula el trabajo....