John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

miércoles, 11 de mayo de 2011

¿ARDEN LOS LIBROS?



En un día como ayer, pero del año 1933, miles de libros ardieron en Alemania. Desde la publicación de la famosa novela de Ray Bradbury, Fahrenheit 451, todos sabemos que esa es la temperatura a la que arde el papel. No lo he comprobado y no lo pongo en duda, pero como dato curioso apuntaré que es mucho más fácil que los libros resulten destruidos por el agua que por el fuego. O eso al menos me aseguró hace tiempo alguien que tenía un almacén con miles de libros. Ante la pregunta de si no le daba miedo que tal cantidad de papel se inflamara, afirmaba que le preocupaba poco la posibilidad de incendio, porque mientras que no cuesta nada quemar un par de papeles sueltos, conseguir que arda el taco de papel que es un libro, con sus cubiertas y todo, resulta mucho más difícil. Y aún más si se trata de miles de libros apilados en bloques casi como columnas. En cambio, le aterraba la idea de una gotera, o un pequeña inundación. No sólo por los libros que ese agua podía estropear directamente, sino porque la humedad reinante haría que muchos cientos más a su alrededor se hinchasen y doblasen y el papel se llenase de manchas, dejándolos efectivamente inservibles.
Teniendo esto en cuenta, imagino que los nazis debieron tener bastante trabajo atizando sus hogueras, porque ese infausto 10 de mayo se organizaron más de 30 en todo el territorio alemán. La invitación a la quema de libros que reproduzco aquí, un acto organizado por la Universidad de Múnich y la Asociación de Estudiantes prometía un espectáculo completo:


Discursos, fuego, música y canciones patrióticas. Qué siniestro suena todo esto...
Por si alguien siente curiosidad, aquí se puede encontrar la relación de los 58 autores cuyas obras sufrieron ese castigo. Y sólo era el principio.
Un mal día, que conviene no olvidar.

3 comentarios:

  1. Eso mismo afirma Manuel Rivas en su novela "Los libros arden mal" cuando en España (en concreto en la dársena de La Coruña, en agosto de 1936) se hicieron hogueras para quemar libros. Qué acto tan mezquino y tan incivilizado, quemar libros... pero claro, que se puede esperar de unas personas cuya ideología se basaba en la superioridad de los arios y en el derecho al exterminio y el expansionismo.

    Me impresionó ver un suelo de cristal en el pavimento de la plaza Bebel de Berlín en la que se hicieron hogueras de libros el 10 de mayo de 1933 (parece que quemaron unos 40.000 libros). En el lugar existe igualmente una placa con una cita del autor Heinrich Heine con una frase de 1817 que dice:

    "Das war ein Vorspiel nur, dort wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menschen." (Eso sólo fue un preludio, ahí en donde se queman libros, se terminan quemando también personas). Este es el enlace para ver el "monumento" conmemorativo.
    http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Berlin_DenkmalBuecherverbrennung_BookBurningMemorial_Bebelplatz.jpg

    No se pueden olvidar estos sucesos, tu entrada es estupenda, Elena.

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  2. Ostras: Hemingway, Jack London, Upton Sinclair, H.G Wells.. Increíble.

    ¿Conocéis el monumento en Berlin que conmemora la vergüenza de dicha quema? Unas estanterías vacías bajo el suelo, visibles a través de un cristal.

    http://www.house42.com/2008/10/21/book-burning-memorial-berlin/

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  3. Laura, gracias por el enlace y por el comentario. Conozco ese "monumento", que impresiona, desde luego.

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