John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

martes, 25 de enero de 2011

ROMA O AMOR: JUEGOS DE PALABRAS

La herramienta del escritor es el lenguaje, las palabras. Como toda herramienta, cuanto más trabaje con ella, cuanto más la adapte a sus necesidades, mejores resultados obtendrá. Y jugar con las palabras, darles nuevos sentidos, combinarlas de maneras insólitas, forma parte de esos ejercicios que pueden ser tan útiles al escritor como las escalas a los pianistas. "Hacer dedos", le llaman. Esta parte lúdica no ha sido siempre bien vista, considerándose a menudo una pérdida de tiempo -que hubiera debido invertirse en asuntos más serios-; a lo largo de la historia, el ingenio verbal ha tenido cierta mala prensa, pero también lo han cultivado nombres muy ilustres, desde los enigmas de Juan de Mena, Quevedo o Gracián hasta los palíndromos a los que era tan aficionado el mexicano Juan José Arreola, pasando por la recopilación de adivinanzas que publicó en 1880, bajo el seudónimo de Demófilo, Antonio Machado y Álvarez (padre de dos ilustres poetas, Antonio y Manuel), por citar sólo unos pocos. Para todo el que se interese por estas curiosas y a menudo divertidas técnicas, resultan muy recomendables las obras de Màrius Serra (famoso también por sus crucigramas diarios en La Vanguardia), sobre todo Verbalia, que tiene versión castellana y catalana e incluye ejemplos en  italiano, inglés y francés. Verdadero inventario de la mayoría de juegos de palabras conocidos, los ordena y cataloga de acuerdo al mecanismo germinal que los provoca. El libro resulta una auténtica mina para explorar todas las posibilidades del lenguaje, y su complemento ideal es la página web del mismo nombre, paraíso de los verbívoros, donde se pueden encontrar juegos, sugerencias, foros participativos y una deliciosa "fauna verbívora", elenco de personajes que, de manera consciente o inconsciente, han entrado a formar parte del universo ludolingüístico. Cito como ejemplo el caso de Bretón de los Herreros y el Dr. Pere Mata, que reproduzco a continuación:
El doctor Mata, médico y poeta, ejercía en el Madrid del siglo XIX su oficio. Era vecino del poeta Bretón de los Herreros, con quien no congeniaba porque éste llevaba una vida muy bohemia. Los amigos y compañeros de fiesta de Bretón iban a buscarlo a horas intempestivas. A menudo se equivocaban de puerta y molestaban al doctor. De modo que, un buen día, éste decidió colgar un aviso en la puerta del edificio que rezaba:

No vive en esta mansión
ningún poeta bretón.

La respuesta del aludido no se hizo esperar. Ni corto ni perezoso, Bretón colgó su famosa réplica:

Vive en esta vecindad,
cierto médico poeta,
que al final de la receta
firma Mata y es verdad.

11 comentarios:

  1. Qué bueno tu post, y qué ingenioso Bretón,
    Erró el tiro el doctor, por retar al campeón.
    La paseadora de Lisa

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  2. Interesante post con un ingenioso final. ¡Menudo era Bretón!
    Un saludo

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  3. ¡No sabía nada ni del libro ni de la web! La web tengo que explorarla con más calma y el libro buscarlo en cuanto pise una librería. ¡Gran recomendación!

    Y lo del doctor Mata me ha hecho reír a carcajadas :D

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  4. Efectivamente, coincido con los demás en que el libro es curiosísimo. Me apetece echarle un vistazo. La web esta muy curiosa aunque el palíndromo del día (ZAHERÍ AROMAS. AMOR, AIRE HAZ) me parece un poco traido por los pelos :-)

    Lo del doctor es excelente, los "bretones" son peligrosos.

    Desde luego, haces honor al nombre de tu blog con post como este.

    Un saludo

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  5. Hola Elena! Tienes una delicia de blog, te he agregado a mi blogroll, espero que no te importe!

    Un saludo!

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  6. Paseadora, me da que tú también podrías figurar en el apartado de "fauna verbívora". Acompañada de Lisa, por supuesto.

    Elysa, en efecto, ¡menudo era Bretón!

    Cristina, seguro que encuentras muchas cosas interesantes en esa web. Incluso los crucigramas de Màrius Serra en LV tienen algo especial (definiciones que te hacen devanarte los sesos, asociaciones inesperadas...). Un verbívoro, desde luego.

    Oscar, ¿qué sería de nosotros sin la curiosidad? Es lo que lleva a los grandes descubrimientos.

    A., al contrario, muchas gracias por agregarme a tu blogroll, es un placer.

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  7. Elena, desde hace un tiempo que escribo palíndromos. Pero hasta hace un año me decidí por escribir poemas auténticos que cumplen la función palindrómica. He sufrido varios rechazos de las editoriales en cuanto a mi antologia. Ahora una editorial de 5ta me lo publicará en cuestión de meses. No es mucho, pero le leí a Echenique "Algo es algo".

    Saludos

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  8. perroromantico, te felicito. Y tienes toda mi admiracion, porque por mucho que me interesen, yo sería incapaz de escribir un palíndromo. ¡Mucha suerte!

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  9. Aquí tengo dos (hasta abajo), por si quieres echarles una leída. Va un abrazo grande, desde el fondo.
    http://recuerdosinventados.wordpress.com/category/poesia/

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