Me gustan las historias que contienen cierta justicia poética. Y si presentan una pequeña ironía final, aún más. Por eso me encanta la de Helene Hanff, que tiene todos los ingredientes que se le pueden pedir a una buena historia: joven ambiciosa, inicios difíciles, aparente fracaso y, por fin, gran éxito inesperado. Seguro que la mayoría de mis lectores saben ya quién es Helene Hanff, la autora del famoso libro sobre una amistad bibliófila, 84, Charing Cross Road. Si alguien no lo conoce, o ha oído hablar de él, pero no lo ha leído, que se apresure a hacerlo. La amistad epistolar que se establece entre una joven neoyorquina apasionada por los libros y el librero inglés que la surte de lectura es una verdadera delicia. La historia a la que me refería, en la que esta obra tiene un papel principal, es como sigue: tal como explicaría la propia autora en su autobiografía -titulada Underfoot in Show Business-, el sueño de esta joven nacida en Filadelfia en 1916 era escribir obras para Broadway. A eso dedicó sus esfuerzos durante las décadas de 1940-1950. Pero los años iban pasando y ninguna de ellas llegaba a ser producida. Mientras, Helene sobrevivía como muchos otros de sus colegas aspirantes a escritores, leyendo guiones para la Paramount, colaborando en enciclopedias o escribiendo para alguna serie de televisión. De hecho, encabeza ese volumen autobiográfico con la leyenda: "Cada año, cientos de jóvenes fascinados por el teatro llegan a Nueva York decididos a tomarlo por asalto, convencidos de que están destinados a ser famosas estrellas o dramaturgos de Broadway. Uno de cada mil resulta ser Noel Coward. Este libro trata de la vida de los 999 restantes. Por uno de ellos."
Noel Coward y Gertrude Lawrence en "Vidas privadas" |
Mientras no llegaba la gloria, Helene leía y leía. Enamorada de la literatura y la cultura inglesa, se aficionó a hacer sus pedidos a través de una respetable librería anticuaria de Charing Cross, Marks & Co., regentada por un amable librero de nombre Frank Doel. Cuando, tras muchos intentos y muchos fracasos, había llegado por fin a la conclusión de que nunca llegaría a ver una de sus obras en los escenarios, en 1968 recibió la inesperada noticia de la muerte de Doel, con el que llevaba veinte años intercambiando correspondencia y una creciente amistad. "En aquel momento, la noticia resultó devastadora. Tuve la impresión de que mi último punto de referencia, mi librería, me era arrebatado", dijo después. De modo que decidió que debía poner por escrito la historia de su relación. El libro se publicó en 1971. Se convirtió en un éxito instantáneo en Estados Unidos; más que eso, en un libro de culto, para sorpresa de la propia autora, quien creía haber escrito una historia muy neoyorquina y muy modesta ("my little nothing book"). Cuando el libro se publicó en Inglaterra, Hanff logró por fin su siempre acariciado sueño de visitar Londres y "sentir sus sucias aceras bajo los pies". Para entonces, sin embargo, Marks & Co. había cerrado sus puertas.
En 1980, un productor adquirió los derechos del libro y lo adaptó para la escena. La pieza teatral basada en 84, Charing Cross Road se estrenaría en el West End de Londres y, al año siguiente, en Broadway. La noche del estreno, la audiencia entera se puso en pie cuando, al finalizar la obra, la autora salió a saludar al escenario. Al día siguiente, la reseña del Times decía: "Ver a Helene Hanff en la reproducción de la librería que ella hizo famosa, parpadeando bajo los aplausos de la ciudad que nunca antes se había podido permitir visitar convirtió el estreno de anoche en el final de un cuento de hadas". La ironía final, por supuesto es que, aunque su sueño era escribir para el teatro, la única de sus obras que llegó -a lo grande- a los escenarios fue un "modesto" libro sobre su amistad con un oscuro librero londinense.
Colofón 1 (para los nostálgicos): Aunque Marks & Co. ya no existe, en el lugar que ésta ocupó en Charing Cross Road hay ahora una placa que dice:
La librería Marks & Co, estuvo en este lugar. Se hizo famosa gracias al libro de Helene Hanff |
Colofón 2 (para amantes del cine): En 1987, la obra fue llevada al cine (título español, La carta final; espantoso, oigan), con Anne Bancroft como Helene Hanff y Anthony Hopkins como Frank Doel. Judi Dench hacía de esposa de Frank. Reparto de lujo, ya ven. Personalmente, prefiero el libro, y tuve la impresión de que el talento de los actores estaba desaprovechados. Pero eso va a gustos, claro.