¿Cuál fue el último libro que leyeron que les dejó con la sensación de haber descendido a un precipicio hondo y oscuro? La mayoría de la gente lee para entretenerse, para evadirse de un día a día agobiante o simplemente aburrido, para entrar en vidas ajenas, para conocer otros mundos, para ampliar su cultura... y por lo general los novelistas satisfacen estos deseos. Pero a veces hacen algo más. Algunos emprenden a través de su historia una exploración del Mal. Así, con mayúscula. Esa porción de oscuridad que anida en todo corazón humano, a veces muy, muy cerquita de la superficie. Ese Mal ante el que solemos cerrar los ojos, como si así negásemos su existencia. Más que las noticias de los periódicos, que muestran múltiples y variados ejemplos de la maldad humana, más que las crónicas históricas, que se hacen eco de todas las formas aberrantes que ha adoptado a lo largo de los siglos, la novela es el territorio donde sentimos el Mal más cercano, como ese espejo que nos devuelve la imagen del Otro. Nuestra versión maligna.
En un reciente intercambio de opiniones entre colegas se suscitó precisamente la cuestión que encabeza esta entrada. Más concretamente, quien la planteó utilizó la expresión "una novela que te ha tiznado las manos". Muy atinada; uno cierra esas novelas con la impresión de que le han dejado algún residuo, si no en las manos, sí en el alma.Y solicitaba ejemplos más o menos actuales. Vaya si salieron. Los clásicos, ya los sabemos: desde El corazón de las tinieblas de Conrad, ese viaje al centro del horror, hasta Crimen y castigo.
Posiblemente crean ustedes que la realidad les suministra ya suficiente material hediondo. Pero a veces la mejor manera de enfrentarse a un peligro es conocerlo. Vayan pues a continuación algunas muestras de novelas que no temen sumergirse en la podredumbre humana. Y que lo hacen desde la buena literatura:
Posiblemente crean ustedes que la realidad les suministra ya suficiente material hediondo. Pero a veces la mejor manera de enfrentarse a un peligro es conocerlo. Vayan pues a continuación algunas muestras de novelas que no temen sumergirse en la podredumbre humana. Y que lo hacen desde la buena literatura:
-El señor de las moscas, de William Golding. Aunque más reciente de las dos que he citado arriba, entra ya casi en la categoría de clásico. Para que luego hablen de la inocencia infantil.
-Claus y Lucas, de Agota Kristof. Un pedazo de novela. Tremenda. La infancia es el paraíso, dicen algunos. No exactamente.
-Escupiré sobre vuestra tumba, de Boris Vian. Bueno, en realidad todo Vian es salvaje, como decía uno de los contertulios. Incluso, al decir de algunos, sus discos de jazz.
-Escupiré sobre vuestra tumba, de Boris Vian. Bueno, en realidad todo Vian es salvaje, como decía uno de los contertulios. Incluso, al decir de algunos, sus discos de jazz.
-Meridiano de sangre, de Cormac McCarthy. Como en el caso de Vian, se puede decir que casi toda la obra de McCarthy es una exploración del Mal en toda regla.
-El poder del perro, de Don Winslow. Violencia máxima. Como dice otro bloguero, es un libro condenadamente bueno. Lo que asusta es que no es una película. Es la vida en la frontera.
-El poder del perro, de Don Winslow. Violencia máxima. Como dice otro bloguero, es un libro condenadamente bueno. Lo que asusta es que no es una película. Es la vida en la frontera.
-Absolución, de Patrick Flanery. El más reciente de este grupo y el último que he leído. Tan oscuro como el apartheid que le sirve de fondo.
¡Que tengan un buen viaje al abismo!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo añadiría, sin duda, "Los Cantos de Maldoror" de Isidore Ducasse (conde de Lautréamont). No es tan actual como los que mencionas, pero es muy superior en la podredumbre humana que muestra.
ResponderEliminarNo es una novela, es un poema en prosa, pero puede ser leído casi como una novela.
Saludos.
Totalmente de acuerdo en que Claus y Lucas es una absoluta maravilla de libro. Golding y McCarthy, también geniales. Los otros no los he leído, aunque el de Vian está en mi lista de eternos pendientes.
ResponderEliminarQuizá añadiría a Céline y su viaje al fondo de la noche.
Un saludo.
Podías añadir también "Ácido sulfúrico" de Amélie Nothomb, con una trama muy parecida a lo que sería la vida en los campos de concentración. Pura miseria humana.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por las sugerencias! Al final conseguiremos una lista formidable de libros malignos.
ResponderEliminarA mi "La caja negra" de Amos Oz que es un libro que me fascina me parece un libro de los que te "pringa" las manos y el alma. No puedes creerte esa violencia amor/odio soterrado expresado en cartas que son como escupitajos, como bofetadas...
ResponderEliminarA mi ningún libro me ha dejado tan mal cuerpo como "Felices como asesinos" de Gordon Burn. Y es que, desgraciadamente en este caso, la realidad supera la ficción...
ResponderEliminarCuriosamente el último en esa lista de novelas "del mal" para mi es "Claus y Lucas". Me sumo fervientemente a la recomendación. Un novelón.
ResponderEliminarY "Meridiano de sangre" la tengo en un altar al que pongo velitas (junto con toda la obra de McCarthy) y releo entera o a trozos con relativa frecuencia. Pocas novelas exploran tan bien ese lado negro de la vida, ni siquiera las demas de McCarthy.
Alguno otro a añadir a la lista sería "Noche " de Elie Wiesel, que a pesar de lo explorado y reexplorado del tema (el holocausto) me dejó sonado un tiempo.
Yo añado "El coleccionista" de Fowles, inquietante por lo que *aplasta*; de momento yo le pongo las velitas a esta novela, que me pareció impresionante.
ResponderEliminarPues acabé hace un par de semanas "Memorias y confesiones de un pecador justificado" de James Hogg. El título ya es explícito, pero lo recomiendo como versión alternativa del doble al Jeckyll de Stevenson . Una mente poseída es capaz de justificar el mal.
ResponderEliminarUn saludo
A mí "Diario de un seductor"me puso los pelos de punta. Qué agobio. Y eso que yo adoro a Kierkegaard. O lo adoré cuando lo leí hace años.
ResponderEliminarEl engaño, la manipulación y el asesinato del alma me parecen lo más aterrador que existe.
"El loco impuro", del pérfido Calasso es una pesadilla. También "la Ruina del Kash", cuando Calasso sostiene que "el sacrificio(del otro) es necesario" me dio un mal rollo que ni te cuento. Incluso"Las bodas de Cadmo y Harmonía", con esas violaciones pintadas de colores como si fueran algo maravilloso. La tesis subyacente es que lo más perverso que he visto: las mujeres como víctimas ACTIVAS. No los recomiendo.