Me gusta comer, disfruto de los platos bien cocinados y bien presentados, de los ingredientes frescos, de los vinos adecuados... pero ante todo -o además, no estoy muy segura- disfruto de la buena literatura sobre comida. Pocas cosas hay más deliciosas que un texto inteligente que hable de comida, pero también de todos los demás placeres de la vida, con toda la sensualidad y el refinamiento verbal que el tema requiere, sin olvidar la necesaria pizca de humor. El mejor ejemplo de este tipo de literatura está probablemente en los escritos de M. F. K Fisher (Mary Frances Kennedy, para quien se pregunte por esas iniciales). Es curioso, pero algunos de los grandes escritores gastronómicos proceden del mundo anglosajón -cuya cocina no alcanza alturas demasiado notables, por decirlo suavemente-, previo paso (o revelación) por la cocina francesa, o mediterránea en general. Es comprensible que, tras una infancia y juventud dominadas por el porridge, el cordero hervido y las verduras sin sabor, el deslumbramiento ante las delicias de un mercado provenzal (por citar sólo una de las muchas posibilidades) provoque una auténtica epifanía. Esto es lo que le ocurrió a la señora Fisher, nacida en 1903 en Michigan; tras contraer matrimonio con Alfred Fisher en 1928, ambos se instalaron en Dijon, donde el primero completaría su doctorado y Mary descubriría la "comida de verdad" y aprendería a cocinar platos refinados en su sencillez incluso sobre un fogón electrico en una buhardilla sin cocina. En 1937 publicó su primer libro, una mezcla deliciosa e inclasificable de autobiografía, libro de viajes y recetario gastronómico, pero ante todo una pieza literaria muy notable, Sírvase de inmediato (Serve it Forth). W.H. Auden la elogiaría diciendo que "no conozco en Estados Unidos a nadie que escriba mejor que ella". Luego, escribiría muchos más, entre ellos el muy divertido How to Cook a Wolf (1942), donde aporta recetas adecuadas para los tiempos de escasez de la guerra. La vida de Mary fue bastante agitada: se casó varias veces, vivió en diversos lugares de Francia, de Suiza y de California, tradujo al inglés la gran biblia gastronómica francesa de Brillat-Savarin, la Fisiología del gusto, durante un tiempo trabajó como guionista en Hollywood y, sobre todo, escribió mucho y muy bien sobre comida, vino, amistad y otros placeres esenciales de la vida. Lamentablemente, de ella no se ha publicado mucho en España*, y me temo que incluso esos pocos libros no sean fáciles de encontrar. Pero inténtenlo, vale la pena.
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Foto de Deb Beroset/Zesty Artista |
*De acuerdo con el ISBN, las obras traducidas al castellano de M. F. K. Fisher son:
Sírvase de inmediato (1991)
Ostras (1992)
No ahora, sino "ahora" (1993)
Un alfabeto para gourmets (1993)
todas ellas publicadas por Anaya & Mario Muchnik, una editorial ya desaparecida.