John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

domingo, 16 de septiembre de 2012

SABER MIRAR, SABER ESCRIBIR

 
Bodegón con cuatro racimos de uvas, de Juan Fernández
Aunque siga haciendo un calor digno de pleno verano, es cierto que los días se acortan y que higos y uvas confirman que ya estamos a mediados de septiembre. La atmósfera de vuelta al cole hace evocar la emoción de los lápices afilados y el plumier impoluto, el olor especial de los libros de texto nuevos... ceremonias que se repiten año tras año sin llegar a perder nunca su atractivo.  Otro clásico de estas fechas son los anuncios de las colecciones de fascículos. Casas de muñecas, abanicos, figuritas de porcelana, dinosaurios, maquetas de barcos y aviones, soldaditos de plomo de todos los ejércitos de la historia, métodos para aprender idiomas, bordar o hacer pasteles... hasta los temas más peregrinos encuentran el modo de colarse en los quioscos. Este año le ha tocado el turno a unos fascículos para aprender a escribir, El placer de escribir, de PlanetaAgostini. De nuevo, porque ya hace algunos años hubo otro curso de escritura, Taller de escritura, patrocinado por Salvat. Y de nuevo salta a la palestra el debate sobre si es o no posible aprender a escribir. Un debate que suele plantearse sobre bases falsas, como si el simple hecho de asistir a uno de esos talleres pudiese hacer de cualquier alumno un buen escritor. Por muchos cursos que haga y por buenos que sean sus profesores, eso es imposible garantizárselo a nadie. Para lo que sí sirven estos cursos es para proporcionar al aspirante a escritor una serie de herramientas y consejos. Luego, lo que sea capaz de hacer con ellos depende de cada cual.
Una de las cosas más importantes, yo diría que esencial, que se aprenden en los cursos de escritura -y también en los de pintura, la coincidenciano es casual- es a mirar.  Porque muchas veces vemos, pero no miramos. Y, como no hemos mirado bien, tampoco sabemos luego cómo trasladar a otros eso que hemos visto. 
¿Cuántas veces hemos visto un racimo de uvas? Pero las uvas que pinta Juan Fernández no son unas uvas cualquiera, son unas frutas que producen una sensación que no transmiten las que vemos en el supermercado. Y eso no es sólo producto de la depurada técnica de su autor (que también, es innegable que hay maestría en su pincel), sino sobre todo de cómo las ha mirado, de cómo ha captado ciertas cualidades de ellas y luego ha encontrado la manera de retratarlas. Esto, tan sencillo pero tan difícil, es lo que algunos saben sin más, y lo que otros muchos tienen que aprender, ya sea a través de su esfuerzo solitario o aprendiéndolo de algún maestro.
 
"No me digas que la luna brilla, muéstrame el destello
 de luz en un cristal roto", es el consejo de Chéjov.
 A todos los escritores consagrados, en un momento u otro, les han pedido que aportasen algún consejo para escribir. Pensando en tantos aspirantes a escritores, Buzzfeed ha creado una serie de hermosos carteles con consejos literarios. Échenles un vistazo, valen la pena. Este de Chéjov es uno de mis favoritos. Pues aunque Chéjov no escribió propiamente ningún manual de teoría literaria, sí que habló mucho y bien de cómo escribir. Si alguien se anima, esas reflexiones están recogidas en un librito publicado hace algunos años por Alba Editorial, titulado Sin trama y sin final. Una frase que podría bien resumir la poética de sus relatos.

5 comentarios:

  1. Que buena recopilación de frases. Me encantan las dos de Steinbeck y la de Bellow sobre lo que se te ocurre en mitad de la noche..

    ..yo no sé escribir, pero creo que lo principal es leer muchísimo, no para aprender a escribir, simplemente por leer, por el placer de hacerlo y sin darte cuenta aprendes a escribir.

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  2. ¿Alguien se imagina un Taller de Arquitectura por fascículos? ¿O un Taller de Física Cuántica? ¿O una colección de fáscículos de Aeronáutica? Aprenda a levantar un rascacielos o a hacer un puente o a construir un Boeing 707 en quince días... Todo depende del respeto que inspiren las disciplinas. Como la literatura no le merece ningún respeto a nadie, al parecer, puede ejercerse sin necesidad de saber sus fundamentos: lingüística, semántica, historia de las lenguas, literatura comparada, teoría y crítica literaria, retórica, etcétera. En quince días puede ser usted Umberto Eco, aunque no sepa qué significa 'semiótica'.

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  3. Es cierto que todos escribimos por eso se piensa que "eso puede hacerlo cualquiera". Los talleres (o las colecciones) sirven para aprender la técnica pero el Arte se tiene o no. Estoy con Molinos en que además es importantísimo leer.

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  4. La verdad es que lo de convertirse en escritor gracias a una colección de fascículos suena casi a chiste bueno (que es aún peor que sonar a chiste malo).
    Es muy interesante el enlace de los consejos literarios. Me quedo con el que has elegido, de Chejov, y el de Mark Twain.
    Y ahondando en lo que dicen los comentarios previos, la verdad es que son muchos los escritores consagrados que acusan a los aspirantes de hoy en día de querer ser monaguillo antes que fraile (léase escritor antes que lector). No sé si la generalización es válida, pero seguro que algo de eso hay. Los escritores salen por la tele, tienen una voz muy respetada, no trabajan en una oficina ni tienen jefe, y además, viendo algunas de las novelas que se publican, escribir es lo más fácil del mundo.

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  5. Coincido con todos los comentaristas en que la clave está en leer. En leer mucho y bien, digiriendo lo que se lee y aprendiendo de ello. En cuanto a lo que dice JVC de los fascículos para aprender a construir un Boeing 707, esos aún no han salido, pero al paso que vamos, no lo descarto...

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