Nosotros, los humanos, hemos sentido desde hace miles de años una gran fascinación por Marte, el planeta rojo. Los romanos lo bautizaron con el nombre del dios de la guerra, los astrónomos se dedicaron a observarlo e incluso a cartografiarlo cada vez que su órbita le acercaba a la Tierra (el primer mapamundi de Marte data de 1837) y la idea -sostenida por algunos astrónomos y por muchos aficionados al esoterismo- de que podría contener vida de algún tipo ha dado pábulo a infinidad de especulaciones. Fantasías que han encontrado frecuentemente reflejo en la literatura. La Guerra de los mundos de H.G. Wells describía a los marcianos como una especie de pulpos muy poco amistosos, mientras que Edgar Rice Burroughs hizo que su héroe John Carter se beneficiase de la sutilidad de la atmósfera marciana, lo que le convertía en un poderoso guerrero, capaz de acabar con cualquier humanoide que se le pusiese a tiro.
Pero bueno, ya hemos llegado a Marte. No como a la Luna, donde desembarcamos a un puñado de astronautas para retirarnos rápidamente, a la vista -sin duda- del poco interés de nuestro satélite. De momento sólo estamos en fase de acercamiento al planeta marciano y se supone que esas sondas que la NASA envía periódicamente nos dirán, algún día, si contiene o no formas de vida y si debemos temer algo de ellas. En lo que me parece una suprema muestra de ingenuidad, leo que el cohete que será lanzado mañana, 18 de noviembre, desde la base John F. Kennedy -pocos días antes de que se cumpla el 50 aniversario del asesinato del presidente que le dio nombre y que comenzó la carrera espacial que nos llevaría hasta aquí-, cuya misión consiste en recopilar una serie de datos sobre la atmósfera marciana, llevará un DVD que contiene, además de una serie de muestras artísticas, la friolera de 1.500 poemas (haikus, para ser exactos), elegidos por votación pública. Se me escapa la utilidad que un DVD como éste (no dicen si el aparato está provisto también de un reproductor de DVD, aunque ¿sabría un marciano cómo utilizarlo?) pueda tener para los hipotéticos habitantes de Marte. Quizás sólo pretenden que se quede ahí, vagando por el cosmos infinito, en la esperanza de que algún día una civilización superior -o nosotros mismos, en un estadio más avanzado de la Humanidad- sea capaz de descifrarlo.
En cualquier caso, yo ya hace mucho que me he formado mi idea de qué y cómo son los marcianos. Concretamente, desde que leí las Crónicas marcianas de Ray Bradbury y caí bajo su poderoso influjo. Hace poco, releí uno de los cuentos que contiene, "La tercera expedición". En él, la misión terrestre se encuentra en Marte con un pueblo calcado a los del Medio Oeste americano de veinte o treinta años atrás, y en sus casas -para gran asombro suyo- viven sus propios padres, madres, hermanos... todos aquellos seres queridos que murieron y que, milagrosamente, han revivido a tantos kilómetros de la Madre Tierra (advertencia: no siga leyendo si no conoce aún el relato, porque viene un spoiler). Por supuesto, hay trampa. Pero la idea es tan atractiva, tan humana, corresponde tanto a lo que sería nuestro deseo más vehemente, que el lector, como los propios astronautas, quiere creérselo con todas sus fuerzas.
"Fue una hermosa y larga tarde de primavera. Después de una prolongada sobremesa se sentaron en la sala y el capitán les habló del cohete, y su hermano y los viejos asintieron, y mamá no había cambiado nada, y papá cortó con los dientes la punta del cigarro y lo encendió pensativamente, como en otros tiempos."
Si existiese una remota posibilidad, aunque fuese por unos breves instantes, de que algo así ocurriese, creo que a mí tampoco me importaría embarcarme en uno de esos cohetes, y tomar tierra en Marte. Aunque, como les ocurre al capitán Williams y a sus compañeros, tuviese que morir después.
Disfruté muchísimo leyendo "Crónicas marcianas"; y, en cuanto al DVD, me sorprende mucho la elección del formato, ya que todo queda tan obsoleto en tan poco tiempo que dentro de unos años nos parecerá tan anticuado como las cintas de cassette o de vídeo. Ellos sabrán.
ResponderEliminarBesos
A mí también me resulta incomprensible la elección del DVD como medio. ¿No se trata de hacer algo que sea accesible para cualquier ente pensante que pudiera encontrarlo? En fin, hemos de suponer que la NASA lo habrá previsto todo...
EliminarCrónicas Marcianas es una maravilla, una maravilla y el relato que señalas "La tercera expedición" te deja sin habla....me encantó el libro entero y no paro de recomendarlo.
ResponderEliminarCuando leí "La tercera expedición" por primera vez, hace ya muchos años, me gustó mucho. Pero entonces era joven y me creía inmortal, así como también a todos mis seres queridos. Creo que sólo ahora, cuando soy más consciente de mi propia mortalidad y pienso cada día en los que se fueron, soy capaz de comprender lo que sienten el capitán Williams y los suyos. Un historia de esas que te agarran fuerte el corazón.
EliminarNo importa las veces que lea "Crónicas Marcianas", sigue siendo absolutamente fascinante. ¿Y quién no lo pasa pipa con el "John Carter" de Burroughs?
ResponderEliminarUn tema fascinante, este de Marte.
Pues me pasa igual que a vosotros. Desde que leí "Cronicas Marcianas" no solo caí rendido ante Bradbury sino que nunca volví a ver igual a los marcianos. No entiendo ni asimilo a esos marcianos verdes de ojos enormes y brazos por el suelo (igual que no entiendo esta ola de fascinación por los zombis). Sin duda este es el libro que más veces he regalado a amigos, a veces con resultado defraudan por su parte ("¿Un libro de marcianos?""¿Se llama como el programa del Sardá?"). Pero insisto. Hay que tener poca sensibilidad para no entender la hermosura de este volumen.
ResponderEliminarSaludos.
PD: También me lo pasé pipa con John Carter.
¡Dios mío, hay que ver el daño que causa la tele...!
EliminarHace muy poco que leí por primera vez "Crónicas marcianas", lo tenia esperando en el kindle hace mucho tiempo tras verlo recomendado en el blog de Molinos y tengo que decir que me encantó, no me animaba con él porque pensaba que no iba conmigo esa temática, pero ya ha pasado a ser uno de los recomendados.
ResponderEliminarNo me he leído las Crónicas así que me saltó el spoiler, pero es que la historia del DVD con los poemas me parece.... y yo me pregunto, recitados o escritos? (me repito en mi pregunta?)
ResponderEliminarQue yo sepa, los poemas son recitados en el DVD. En inglés, imagino. Eso me suscita a su vez otra pregunta: ¿a alguien se le ha ocurrido que los marcianos (o cualquier otra civilización alienígena) puede que no sepan inglés, suponiendo que sepan qué es y para qué sirve un DVD? XD
Eliminar