John F. Peto

John F. Peto
Cuadro de John F. Peto (detalle)

martes, 23 de noviembre de 2010

LOS LIBROS DEL MURO

Las revoluciones, las guerras y los tiempos de grandes trastornos políticos suelen afectar de manera negativa a los libros. Generalmente, suponen la disgregación de muchas bibliotecas y la destrucción de millares de libros. En esos momentos de caos en que los libros se destruyen, arden o son utilizados para los menesteres más diversos, algunos colaboran en su aniquilación, mientras que otros procuran su rescate. Ya comenté que, tras la Revolución Francesa, muchos bibliófilos ingleses y americanos se beneficiaron de la diáspora de las grandes bibliotecas de la nobleza para comprar a buen precio y enriquecer sus colecciones. Mucho más cercano a nosotros en el tiempo, hace apenas veinte años, otro gran cambio político significó la destrucción de cientos de miles de ejemplares. Cuando en 1989 cayó el muro de Berlín , y con él la República Democrática Alemana, se produjo una oleada de entusiasmo por lo occidental que hizo que todo lo que recordase esos "años de plomo" fuese eliminado de raíz. Lo mismo que ocurrió con los primitivos coches Trabant, con los muebles, la ropa y con el propio muro  -hoy muchos síenten nostalgia y se ha creado incluso un "Museo de la RDA" junto a la catedral de Berlín- pasó con los libros editados en la RDA que guardaban sus cerca de 16.000 bibliotecas: unas fueron disueltas, otras tiraron sus fondos al contenedor para hacerle sitio a las publicaciones de la República Federal. Allí, en el vertedero, acabaron no sólo los opúsculos del régimen comunista, sino ediciones de clásicos como Goethe, libros de cuentos infantiles, enciclopedias de animales... ¿Todos? Parece que no todos. En un acto bastante quijotesco, el actor Peter Sodann (muy conocido en Alemania por haber protagonizado una popular serie policiaca) emprendió la tarea de rescatar todos los posibles y salvarlos para la posteridad, como testimonio de una etapa de la historia de su país. Sin respaldo oficial y ayudado únicamente por voluntarios, llegó a reunir más de 200.000 libros, que a falta de mejor lugar se guardaban en cajas de plátanos en un polideportivo en desuso de Merseburg (Sajonia). Durante varios años, sus peticiones de un alojamiento más digno cayeron en saco roto y se temió por la continuidad de esta curiosa biblioteca. Finalmente, hace pocas semanas el ayuntamiento de una localidad cercana, Stauchitz, accedió a albergarlos en una biblioteca que llevará su nombre.


Peter Sodann, ante algunas de sus cajas llenas de libros


3 comentarios:

  1. Elena, que historia tan bonita, aunque no sé si definitivamente estaran a salvo en esa biblioteca. Ese actor se merece estar en los "altares" de los que nos gustan los libros.
    He visitado ese museo de la RDA y está bastante bien (creo que es el que tú dices ehhh).
    Me gusta mucho Berlín (en marzo vuelvo de nuevo) pero lo que cuentas es cierto, parece que todo lo que suene o tenga un origen en la "otra" Alemania debe desaparecer y eso que Merkel era de la RDA.
    Preciosa entrada.
    Un abrazo.

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  2. Increible. En cajas de plátanos. Parece salido de una novela de Stanislav Lem. Y buscando una biblioteca que los acoja por caridad. No dudo de que habrá panfletos comunistas, pero, por favor, son libros. Deberían tener un lugar digno. Me recuerda a cuando tras la muerte de Tolouse-Lautrec, su madre reunió los cuadros que poseía el mismo y los ofreció a la ciudad de Paris como regalo, y esta los rechazó con la excusa de "no tener un museo donde exponerlos". Y acabaron en la pequeña ciudad de Albi, que se dignó acogerlos.

    Muy interesante, Elena, de verdad una Nota para lectores curiosos. Una buena entrada para hacer una tertulia delante de un té o café.

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  3. A mí también me fascina Berlín, como me fascina la historia reciente de Alemania. Creo que aún está por digerir el trauma que supuso la separación en dos estados y la reunificación, y que sólo dentro de algunas décadas se podrá ver todo esto con la perspectiva suficiente.
    Een cuanto a Peter Sodann, es un tipo curioso y un tanto polémico. La iniciativa de salvar los libros es muy loable, pero no tengo claro si lo hizo por los libros o por algún afán de notoriedad. Algún día me prometo ir a visitar su biblioteca para saber más al respecto.

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