Mis fieles lectores recordarán seguramente mi insistencia en que
no hay que dejarse llevar por la novedad, que los libros, si valen la pena, tienen una vida larga y en ocasiones incluso reaparecen cuando unos menos se lo espera. Sabrán asimismo que, hace unos años (cinco nada menos), recogí en un libro los artículos que estimé más interesantes de este blog, una recopilación que
Trama Editorial tuvo a bien publicar -en una edición preciosa, por cierto- con el título de
El síndrome del lector. El libro ha tenido, como era de esperar -los enfermos de la lectura no somos tantos-, una difusión modesta, pero ha ido haciendo su pequeño camino en el que, quiero imaginar, ha ido encontrando lectores. Prueba de que los libros cobran una vida propia es que hoy, en el telediario de las tres, el de Ana Blanco, en medio de un reportaje sobre la Feria del Libro de Madrid, ha aparecido de repente, en primer plano, mi discreto Síndrome. No sé si el libro se habrá ruborizado, pero su autora sí. Ha sido una maravillosa sorpresa que quería compartir con todos aquellos que pasan por aquí. ¡Larga vida a los libros, y a sus lectores, que son quienes los mantienen con vida!
Sonrojarse en lo primero, sentirse orgullosa lo segundo. Me puedo imaginar la ilusión que te ha hecho.
ResponderEliminarBesos.
¡Muchas gracias! Me ha hecho mucha ilusión, desde luego.
EliminarQué ilusión!!! Recuerdo cuando leí la primera versión....
ResponderEliminar¡Cuánto tiempo, sí! Y mira, el libro sigue rondando por ahí...
EliminarSin duda porque lo merece, Elena
ResponderEliminarMuchas gracias, Urzay. Tú eres de los seguidores de primera hora y has podido asistir en directo a la gestación del libro. Sin vuestro apoyo, no lo había logrado.
Eliminar¡Enhorabuena! Es para estar orgullosa.
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarEnhorabuena. Espero que su recorrido dure un poco más, que resista a la tiranía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, la verdad es que no me puedo quejar. ¡Haber resistido cinco años no está nada mal!
EliminarAunque por supuesto, yo creo que la vida de los libros es infinita.
Llego tarde, pero me uno a las celebraciones y aniadir q el título es buenísimo y da perfecto para hablar del día de libro... (qué dificil titular un libro, por otro lado)
ResponderEliminarBesos desde el epicentro del fkin jubileo...
di
¡Te imagino agitando banderitas británicas!
EliminarEstoy tan convencida de que los libros persisten a pesar de… Que ilusión has debido sentir. No me extraña!! Mil enhorabuenas por vivir en la cabeza de algunos lectores. Eso es éxito.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Cecilia. El mayor éxito es que algo de tu libro perdure en la cabeza de los lectores.
EliminarTe he descubierto en este libro que he devorado con avidez. Me he visto retratada en muchas de sus páginas. Ahora marcaré esta web dentro de mis favoritas para bucear en ella y ver lo que descubro. Pero como un libro en papel "na de na" como decimos en Andalucía. Ánimo y a publicar mas
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de haberte proporcionado un buen rato. El blog tiene su ámbito propio, y es muy útil como territorio de encuentro con los lectores, pero las entradas antiguas tienden a quedar arrinconadas. El libro, en cambio, está hecho para perdurar.
ResponderEliminarCuánto me alegro, seguro que más de uno ha tomado nota y lo busca. Yo lo compré en su día y lo disfruté muchísimo y siempre estoy pendiente de los posts que sigues publicando, inteligentes, amenos y en los que siempre se aprende. Muchas gracias
ResponderEliminar¡Muchas gracias a ti, Crispula, por leerme y seguirme! Comentarios como el tuyo me animan a seguir publicando.
Eliminar¡Qué sorpresa te daría! Me alegro. Yo también lo disfruté mucho. Eres un gran referente para mí.
ResponderEliminar¡Un abrazo muy fuerte!
¡Mil gracias, Anónimo! Me alegra (y me ruboriza un poco) que me veas como referente.
EliminarQué clarito era el Conrad cuando quería.. evidentemente toda obra tiene varios autores, por mucho que los autores autosuficientes puedan poner alguna pega... y por eso me encantan tanto los desprestigiados blogs, porque la parte del lector tiene un pequeño tentáculo indicativo...
ResponderEliminarDesde luego, una vez el texto sale a la luz, el autor no tiene más remedio que entregar su interpretación a los lectores. Le guste o no lo que ellos hacen con él.
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