New York Public Library. Esta no es nada secreta, ¡y merece una visita! |
Para un bibliómano, no hay visita turística completa sin un recorrido por librerías y bibliotecas. Nueva York, esa ciudad donde hay de todo, representa también en este aspecto un reto. Sería necesaria una estancia de años, no de días, para conocer a fondo sus rincones librescos. Así que, aunque sea virtualmente, es un placer darse un garbeo por sus bibliotecas secretas, por gentileza de Allison Meier en la web atlas obscura. Podríamos decir que estos antros librescos se dividen básicamente en dos tipos: las bibliotecas especializadas y las privadas. Las primeras son a menudo de libre acceso, aunque a la mayoría de ustedes no se les haya pasado nunca por la cabeza buscar una biblioteca dedicada a material sobre perros; en las segundas cuesta un poco más entrar, pues por lo general son exclusivas para socios. De modo que, a menos que consiga convertirse en miembro del elitista Harvard Club, olvídese de usar sus salas de lectura. Pero eso no quiere decir que no les podamos, desde aquí, echar un vistazo a unas y otras.
General Society of Mechanics and Tradesmen of the City of New York
(Foto Allison Meier) |
Como su nombre indica, especializada en obras sobre técnica y comercio. Fundada en 1785, además de sus 10.000 volúmenes contiene algunas otras curiosidades, como una colección de cajas fuertes y cerraduras antiguas. (Y no debe ser tan aburrida como parece: por alguna razón, poseen una rica colección de partituras originales de Gilbert y Sullivan.)
Horticultural Society
Como puede suponerse, reúne todo lo referente a horticultura y botánica. Está abierta al público, aunque sólo los socios pueden acceder al préstamo. Aparte de diversos talleres sobre jardinería, sus locales acogen exposiciones, una delicia para los amantes de las ilustraciones botánicas, como es mi caso. Vean un ejemplo:
Ingrid Finnan, Dahlia, de la Exposición Anual Internacional 2013 |
Interference Archive
(Foto Allison Meier) |
Una pequeña, pero densa, biblioteca sobre activismo. Está especializada en los movimientos punk rock de las décadas de 1980 y 1990, pero tiene también fanzines, carteles y material audiovisual de movimientos de todos los lugares y tendencias. ¡En nueva York cabe todo!
Explorers Club
(Foto Allison Meier) |
The Hispanic Society of America
Su museo es uno de los lugares que figuran en todas las guías, con sus Goyas, Grecos y Velázquez, pero mucha menos gente sabe que alberga también un valiosa biblioteca de libros antiguos y manuscritos españoles y portugueses, con más de 15.000 ejemplares anteriores a 1700 y 250 incunables. Abierta al público, aunque dudo que estos últimos permitan verlos tan fácilmente.
New York Society Library
La New York Society es la institución cultural más antigua de la ciudad. Su biblioteca, enorme, cuenta con más de 300.000 volúmenes. Acceso público para lectura y referencia, así como a las exposiciones, pero sólo los socios pueden hacer uso de los hermosos salones que ven en la foto.
Grolier Club
Imagino que a la entrada hay un cartel que dice "Sólo para bibliófilos". Porque el Grolier Club, que toma su nombre de un renombrado coleccionista de libros francés, es un club de amantes de la bibliofilia, y su biblioteca contiene ¡más de 100.00 volúmenes sobre el arte y la historia de los libros! Quizás puede uno consolarse de no ser miembro contemplando sus exposiciones periódicas, estas sí abiertas a todos.
Hay más por supuesto, pero creo que con estas muestras basta para poner los dientes largos a cualquier bibliómano. ¡Quien pudiera teletransportarse a cualquiera de estos lugares y disfrutar de los tesoros que contienen!
¡Buenos días! Adoro, tu blog. En serio. Hace muy poco que lo conozco y fue a través de un enlace, que recomendaba la lectura de uno (otro) de tus artículos. He leído tres más y, sinceramente, me encantan. Gracias por crear este espacio. Un saludo.
ResponderEliminarGracias a ti, Rachael, por leerme y dejar tus comentarios. Un blog no es nada sin sus lectores. Y si son entusiastas, aún mejor. ¡Espero verte a menudo por aquí!
EliminarSolo conozco la primera y poquísimo, claro, de una visita relámpago. Precioso el reportaje. Vaya dientes largos se le quedan a uno!!
ResponderEliminarSaludos!
Una ilustrativa entrada para llevármela si voy a Nueva York. De momento, no he tenido el gusto. Gracias por la información.
ResponderEliminarBesucos.
Viajar por las librer´´ias, por los lugares donde se guardan los libros, y de alg´´un modo, un trozo de las personas que los escribieron...
ResponderEliminarNo conozco ninguna de ellas...pero alg´´un d´´ia, si logro ir a N.Y. tratar´´e de entrar, al menos, en la p´´ublica...las privadas, ser´´a m´´as dif´´icil...pero no descarto colarme.
No s´´e en cual de ellas, o si est´´a en un museo...el bast´´on de Viriginia Woolf. Ese que se dej´´o al lado del r´´io Ouse.
Investigar´´e...Gracias Elena, una entrada viajera donde las haya.
(siento lo de las t´´ildes...no s´´e que es lo que le ha pasado al ordenador)